Los firmantes de una carta abierta a la sanitaria piden recordar que el único objeto de la concesión es proveer de agua potable a los habitantes de Santiago.
El reciente anuncio de AES Gener sobre el acuerdo alcanzado con la empresa austríaca Strabag para relanzar el proyecto Alto Maipo, generó inquietud entre organizaciones medioambientales quienes calificaron como estrategia comunicacional las palabras de la empresa, no obstante debido a las poderosas redes políticas que tienen las compañías involucradas, seguirán atentos frente a los pasos que siga el desarrollo del proyecto.
Dirigentes de la Coordinadora No Alto Maipo cuestionaron que el inicio del proceso sancionatorio de la Superintendencia de Medio Ambiente contra el proyecto hidroeléctrico se diera luego de la polémica desvinculación del Grupo Luksic. del proyecto. Nos llama la atención que el resultado de estas fiscalizaciones las enseñen una vez que el Grupo Luksic ha salido del proyecto Alto Maipo”, señalaron.
Organizaciones ambientales y autoridades locales opositoras a la iniciativa, indicaron que la decisión del grupo se explica por los lazos políticos que mantiene Luksic con el ex ministro Máximo Pacheco, jefe de la campaña de Ricardo Lagos.
La Coordinadora Alto Maipo le restó validez al análisis con los resultados preliminares de la Superintendencia de Medio Ambiente que afirman que el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo no generaría daños graves al medio ambiente porque, aseguran, no se habría escogido un laboratorio independiente para el muestreo de aguas en la zona.
El Movimiento Social por la Recuperación del Agua, Marca AC, Greenpeace y Chile Sustentable serán algunos de los protagonistas de la actividad que se realizará el 5 de diciembre en Santiago. “Este es un espacio para que cada una de las agrupaciones pueda visibilizar su conflicto”, explicó Marcela Mella, vocera de la Coordinadora Ciudadana Ríos del Maipo – No Alto Maipo.
La extracción de áridos, así como la intervención de los ríos, sumado al trabajo y operaciones de las mineras, genera la preocupación de organizaciones medioambientales que defienden el agua y la biodiversidad de localidades aledañas a las faenas extractivas, como es el caso del rio Maipo, y de la polución ambiental en la región de Antofagasta.
Los habitantes del pueblo de Caimanes cumplen más de 65 días movilizados para protestar por el incumplimiento del fallo de la Corte Suprema que en octubre de 2014 ordenó a la sociedad minera “Los Pelambres” permitir el escurrimiento natural de las aguas del estero Pupío, a través de un plan que debía ser visado por el Juzgado de Garantía de Los Vilos. La sensación de los ciudadanos es que la minera tiene más poder que el Gobierno y los tribunales.
A través de cuatro marchas simultáneas en Santiago, que convergieron en el Parque Almagro en un acto cultural, los manifestantes plantearon sus demandas y denunciaron el uso abusivo de los grandes propietarios de derechos de agua, así como la explotación en la que incurre la agroindustria alimentaria.