El Tribunal Penal de El Cairo condenó con la pena máxima al ex presidente Mohamed Mursi junto a otros 130 procesados por la fuga de una prisión durante la revolución de 2011, que derrocó al entonces mandatario Hosni Mubarak. Mursi ya había sido condenado, en abril, a 20 años de cárcel por la muerte de manifestantes durante protestas ocurridas en los alrededores del palacio presidencial.
El otrora mandatario estará encarcelado por veinte años, según lo dictaminó un Tribunal de el Cairo. Analistas coinciden en que este hecho marca la vuelta al punto de inicio de la primavera árabe: los cambios planteados quedaron en nada, luego de que el Ejército volviera a tomar el control total del poder político.
Unos 52 millones de egipcios tienen este martes y miércoles cita con las urnas para decirle “sí” o “no” a una nueva Carta Magna para reemplazar la de los Hermanos Musulmanes, aprobada por un referendo en 2012. Boicoteada por la cofradía islámica, la votación se ha transformado en un plebiscito sobre Abdel Fatah al Sisi, hombre fuerte del país.
La decisión del gobierno egipcio coincide con una ola de violencia en ese país, en la que 16 personas han sido detenidas por “promoción de la ideología de Hermanos Musulmanes”.
Como una manera de protestar, Mursi llegó vestido de traje, en lugar de la ropa blanca que se pone a los detenidos. Esto motivó al tribunal a levantar la sesión y aplazar el juicio hasta el 8 de enero de 2014..
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, arribó este domingo a El Cairo. Su objetivo es instar al gobierno interino respaldado por los militares a que restaure la democracia en Egipto. Es la primera visita estadounidense de alto perfil desde la deposición del presidente islamista electo, Mohamed Morsi, en julio. El golpe de Estado […]
A un mes y días del derrocamiento de Mohamed Mursi como presidente de Egipto, con menos de un año en el poder, la sociedad egipcia se debate en una pugna de insospechadas consecuencias.
Miles de decididos miembros y simpatizantes de los Hermanos Musulmanes exigen el retorno de Mursi al poder, en clara pugna con el poderoso ejército egipcio que avala y sostiene el gobierno presidido por Adli Mansur, ex presidente del Tribunal Constitucional.