Comunas como San Miguel, Estación Central, Quinta Normal, Independencia y Recoleta, donde antes había barrios populares, casas con patio, árboles frutales y vecinos que se conocían entre sí, han sido las que más se han encarecido al transformarse en zonas de edificios gigantes, situación que se agudizará en los próximos años.
La falta de derechos, el exceso de deberes, la condena por no tener recursos, son realidades comunes a inmigrantes y muchos, muchísimos chilenos. El pecado en este suelo parece ser uno: tener la desgracia de nacer pobre en un país que tiene como única meta social el éxito y el consumo, vestirse con lo material para cubrir la desnudez valórica en la que vivimos.
En un nuevo informe publicado por UNICEF se revelan devastadoras cifras sobre educación. En el mundo, los recursos destinados a los niños más pobres reciben hasta 18 veces menos que los más ricos. Diferencias que se traducen en acceso y calidad de lo aprendido.
La desigualdad, la segregación, la contaminación y la explotación indiscriminada de las inmobiliarias son algunas de las caras ocultas de la capital, que afectan la calidad de vida de una gran cantidad de santiaguinos.
Durante su visita por nuestro país, el secretario general de la OCDE afirmó que, aunque levemente, la desigualdad en Chile ha disminuido, generando una percepción de optimismo que no necesariamente se condice con la realidad. ¿Es el factor ingreso un determinante para calcular la desigualdad en el país?
La brecha entre la inflación de los más pobres y más ricos, creció. Para el quintil más pobre de la población la inflación anual representa un 1,8 por ciento, mientras que para el 20 más rico, sólo un 0,7. Los expertos señalan que la variación se debe al alza sostenida de los alimentos.
Si bien, este índice se ha mantenido alto durante los últimos diez años, desde el 2010 a la fecha ha presentado un alza progresiva . Además, el estudio sobre probidad y corrupción indica que los peores evaluados son los estamentos del Estado.
La 10° versión del estudio “Percepción de la Población Pobre de Santiago sobre Servicios Básicos y Transporte Público” mostró un empeoramiento en la evaluación de todos los ítem, salvo el Transantiago, que pese a seguir en último lugar, es el único que muestra variación positiva. Analistas apuntan a una disconformidad acumulativa, sin que exista iniciativa desde las empresas por mejorar la percepción de la gente.