Unos 200 migrantes varones, en su mayoría de origen paquistaní y bangladés, fueron trasladados este lunes desde islas griegas a Turquía en tres barcos. Se trata de la puesta en marcha de un controvertido acuerdo entre Ankara y Bruselas en la gestión de la ola histórica ola de refugiados que busca llegar a Europa.
La canciller alemana habría negociado con Turquía, en solitario y a espaldas de sus colegas europeos, el acuerdo que prevé el reenvío de refugiados sirios a Turquía. Este jueves la Unión Europea debería aprobar este polémico proyecto al que se oponen varios países miembros, ONG, así como Naciones Unidas.
La Unión Europea busca que Turquía la ayude a frenar el flujo incesante de migrantes. A cambio, Turquía exige gratificaciones.
El fotógrafo austrialiano Warren Richardson se adjudicó el conocido premio con una imagen que muestra cómo el menor es pasado de unos brazos a otros.
Se sigue agudizando el problema humanitario que representa la ola migratoria que, a toda costa, por tierra o por mar, intenta ingresar al viejo continente ante las malas condiciones y el horror de los conflictos armados que se viven en Medio Oriente y África. Miles de refugiados agobiados, han pasado noches a la intemperie bajo la lluvia y el frío en la península de los Balcanes.
El intervencionismo europeo y estadounidense produjo el caos, la inestabilidad y el desplazamiento de millones de personas en el Medio Oriente en los últimos años. Hoy esas víctimas han llegado a golpearles la puerta para instalar el problema en sus propias calles y ciudades.
Un entrenador de fútbol y su hijo de siete años serían los sirios a los que Petra Laszlo golpeó para impedir su entrada a Hungría. La reportera fue despedida de su canal y arriesga tener que enfrentar a la justicia.
Este jueves el gobierno de Hungría anunció que el Ejército reforzará el control de las fronteras con Serbia, poniéndose al extremo de los países con actitudes racistas contra los inmigrantes. Y es que en Europa la ultraderecha sigue potenciándose a costa del rechazo al extranjero, en el contexto de una delicada situación económica.
Mientras el país helénico trata de hacer frente al aflujo masivo de refugiados en la isla de Kos, unos cuarenta migrantes murieron, probablemente asfixiados, en las bodegas de una embarcación en el Mediterráneo.
La Presidenta Michelle Bachelet encabezó acto donde destacó el comienzo de una nueva etapa para quienes debieron dejar su tierra producto de la ocupación israelí. Preocupa la situación de niños de los refugiados que aún no cuentan con nacionalidad.
Unas 60 millones de personas debieron huir de sus hogares por los conflictos mundiales en 2014, alerta la ONU en un informe anual. “No tenemos la capacidad, los recursos para todas las víctimas de los conflictos”, advirtió el Alto Comisionado para los Refugiados, António Guterres. La cifra de víctimas se incrementó en diez millones en un año.