El arzobispo metropolitano de Santiago habló con la prensa tras oficiar misa en la Catedral Metropolitana este viernes, luego de regresar del Vaticano. Aseguró que nunca dudó de las denuncias de las víctimas y que los encubrimientos de los abusos también fueron una noticia para él.
Mientras que Fernando Karadima fue trasladado hacia un hogar de ancianos en Lo Barnechea, la Corte Suprema dio luz verde a la expulsión del país del clérigo irlandés condenado por abuso sexual, John O´Reilly. A pesar de las diferencias, para el teólogo Álvaro Ramis, ambos sacerdotes cuentan con el apoyo de la élite económica y política y con la protección de la jerarquía eclesiástica.
En el marco del llamado caso Karadima, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, prestó declaración por más de dos horas y media ante el juez Juan Manuel Muñoz, que indaga el comportamiento de la Iglesia frente a las denuncias realizadas por las víctimas del párroco de El Bosque.
El ex arzobispo de Santiago declaró por más de cinco horas en el contexto de la demanda civil presentada por las víctimas del párroco de El Bosque, insistiendo en no haber encubierto los abusos denunciados.
A las críticas por su participación y encubrimiento en el caso Karadima, se suman sus persecuciones a los sacerdotes de esa ciudad. Todo ello, amparado por la Conferencia Episcopal, donde varios obispos estarían presionando para evitar la que podría ser la primera de varias renuncias que se sucederían.
Este lunes se dio inicio a la ronda de declaraciones en la cual 23 testigos entregarán su testimonio en el marco de la demanda civil presentada por las víctimas del llamado caso Karadima, en la cual se le exige al Arzobispado de Santiago que indemnice con 450 millones a quienes sufrieron los abusos del sacerdote Fernando Karadima.
Durante una reunión realizada el 31 de mayo de 2010, el ex arzobispo de Santiago, junto a cuatro obispos cercanos al ex párroco de El Bosque, recriminaron a monseñor Alejandro Goic por dudar de su inocencia ante las denuncias de abusos sexuales. Además, detallaron la estrategia a seguir, que consistía en llegar hasta El Vaticano y evitar posibles sanciones para el cuestionado sacerdote.