Esta vez se trata de Pensilvania, estado en el que el juez federal Matthew Brann desestimó los argumentos esgrimidos por los abogados del actual Presidente estadounidense dejando el camino libre para que los condados certifiquen los resultados de la votación del pasado 3 de noviembre.
La iniciativa que surgió desde la oposición también facilita el voto para adultos mayores, personas que tengan problemas de diversidad funcional, personas que estén en grupo de riesgo o que se encuentren privadas de libertad.