Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 28 de marzo de 2024


Escritorio

Preuniversitarios solidarios

Ya comienza la recta final que enfrenta a los alumnos que terminan su escolaridad a la Prueba de Selección Universitaria. Con la misma celeridad, se multiplican la oferta de centros de estudios que prometen casi por arte de magia mejorar lo que no se hizo en los 14 años de estudios precedentes.

Vivian Lavín

  Lunes 5 de julio 2010 20:54 hrs. 
estudiante

Compartir en

Para no ser presa del nerviosismo ni tampoco de promesas fútiles es necesario informarse y conocer experiencias muy económicas e incluso gratuitas que permiten preparar esta importante prueba.

La culpa no es del sillón

Esta tensión por la PSU no sólo coge a los jóvenes postulantes, junto a ellos a todo su entorno familiar y de amigos que se ven enfrentados a la misma realidad. En las calles y en la televisión el bombardeo no cesa con múltiples ofertas que  casi siempre llevan el rostro de un estudiante que obtuvo puntaje nacional, casi como una promesa asegurada.

“Estamos en un experimento total de políticas neoliberales y de competencia en educación. El Estado no controla a los preuniversitarios, no controla a los sostenedores privados, no controla nada”. El investigador de la Universidad de Stanford, Martín Carnoy, ya lo dijo hace unas semanas acá en Chile: “La competencia en educación es un desquicio de la derecha”.

Frente a esto, “la gente en un sistema de consumo tiene que aprender y dejar de creer en esas promesas. Le diría a los padres que tengan mucho ojo en estas promesas de puntajes nacionales. Hay un mercado de preuniversitarios de muy de dudosa calidad. Por lo que les diría que dejaran de creer en esas promesas mágicas y pensaran a la hora de hacer ese gasto”, ataca el psicólogo de la Universidad de Chile, candidato a doctor y parte del Observatorio Chileno de Políticas Educativas, Rodrigo Cornejo.

La PSU viene a dejar por sentado las abismantes diferencias en la calidad de la educación que se imparte en nuestro país.  Esta prueba, a diferencia de su antecesora, la Prueba de Aptitud Académica (PAA) que intentaba medir aptitudes y se desligaba del currículum de la enseñanza media, vino a incluir precisamente esos contenidos. La denominada  PAA en matemáticas, por ejemplo, incluía lo que se enseñaban hasta primero o segundo medio, lo que hacía que hubiese una cantidad importante de materia que no era finalmente evaluada.  Por eso se hizo este cambio en la Prueba de selección universitaria que significó gran salto y que cubre el currículum hasta 4to medio en sus contenidos esenciales, lo que la constituye en una prueba terminal para la enseñanza media y también, en una prueba de ingreso a la Universidad.
Esta prueba devino además en un muy buen predictor, puesto que quienes han obtenido altos puntajes, luego tienen muy buenos rendimientos en la Universidad. Esta potencialidad predictiva es importante y por eso las Universidades han seguido tomándola, aunque conlleve en su seno una profunda discriminación.

“Este test opera como un termómetro que no puede cambiar  la realidad, es decir, en Chile hay enormes desigualdades en la enseñanza y lo que hace la PSU es sólo constatar estas desigualdades. El que la enseñanza cumpla con dar una buena educación es un tema de Estado que trasciende a este test. Aquí no hay que echarle la culpa al termómetro o al sofá. Ahora, estos preuniversitarios trabajan mucho con alumnos que rinden la prueba por segunda vez y que se preparan adicionalmente y lo que estamos constatando es que muchos establecimientos escolares están montando sus propios preuniversitarios, con sistemas de apoyos para prepararse mejor”, explica José Weinstein, gerente del área de educación de la Fundación Chile y ex ministro de cultura.

Y tiene razón. Se tiende a demonizar a la PSU, pero se olvida que viene a ser sólo un reflejo de una sociedad que ha impuesto una lógica de mercado en la educación donde el factor económico es lo más relevante, como lo explicita el académico de la Universidad de Chile, Rodrigo Cornejo. “Los resultados de las pruebas estandarizadas sea la PSU o el SIMCE tienen una altísima correlación con las variables de origen de los estudiantes, especialmente respecto nivel socioeconómico de la familia, escolaridad de los padres y temas tan fuertes como alimentación y cuidado en la alimentación y salud en la más primera infancia, entre los cero y los dos años. Un estadístico diría que hay una correlación uno, es decir, a mayor nivel socioeconómico de la familia, mayor rendimiento e la PSU. Esto nos lleva a pensar, como sociedad, si es que ésta es realmente la manera cómo queremos seleccionar a quienes deben ir a la Universidad. Un académico, medio en broma, medio en serio, decía: más que dar los puntajes de los alumnos, den el número de la cuenta corriente de los padres y ya sabremos qué puntaje van a sacar. Es un tema que hay que pensar porque todos nuestros países vecinos han modificado los sistemas de acceso a la Universidad, haciéndolos más flexibles, y nuestra Universidad, tiene que hacerse la autocrítica de que como comunidad seguimos pensando que la PSU es la mejor herramienta, mientras se dejan afuera a muchísimos estudiantes talentosos de sectores populares que no sacan 600 puntos. Diría que ése es el gran drama del la PSU”.

Un preuniversitario virtual y gratuito

El año 2002-2003 cuando se hizo la transición de la PAA a la PSU el ministerio de Educación le encomendó a EducarChile implementar un preuniversitario en línea gratuito que pudiese ser una opción para todos aquellos estudiantes que no tuvieran los recursos para contratar uno.

Según el ministro de Educación Joaquín Lavín se constituye en una oportunidad considerando las desigualdades que aún subsisten en el acceso a la educación y en una posibilidad de que los colegios puedan apoyarse en PSU Educarchile para implementar sus propios procesos de preparación para rendir la prueba.

Esto cobraría una importancia mayor en los establecimientos que, producto del terremoto de febrero, comenzaron el año escolar con un atraso de hasta 50 días. ¿En qué consiste este preuniversitario en línea y gratuito? “La posibilidad de que el estudiante se prepare en línea de manera virtual y gratuita. Va a encontrar todas las materias y un método con una progresión en el aprendizaje puesto que va por curso y luego la posibilidad de hacer facsímiles completos para saber el nivel en que se está. El alumno puede crear su propia carpeta donde va adjuntando los resultados que va teniendo en la evaluación de manera metódica. Es interesante además, porque permite lo que denominamos “corrección inteligente”, de modo que el test no sólo le dice cuál es la respuesta correcta sino que lo que hace es reenviarlo a estudiar las materias que no domina. Adicionalmente, hemos tratado que este preuniversitario acompañe al estudiante en distintos lugares por eso además de tener los facsímiles, también tiene archivos de podcast, que ellos pueden bajar e ir escuchando en sus MP3 o MP4, y también tiene una aplicación para el celular, de modo de acompañarlo al máximo en esta preparación para la PSU”, cuenta orgulloso José Weinstein, gerente del área de educación de la Fundación Chile y ex ministro de cultura.

Los resultados han sido muy buenos y los tienen más que satisfechos. Lamentan sí, que se produzca una suerte de explosión en la demanda a partir de octubre, es decir, a escasos meses de la rendición de la PSU, que obedece a lo que ya sabemos: la ya clásica costumbre chilena de prepararse a última hora. Por supuesto que estos alumnos son los que obtienen menores resultados en comparación con los que han desarrollado una progresión en el aprendizaje con una dedicación más sistemática.

Esta posibilidad es importante que sea conocida por la mayor cantidad de personas, sin embargo, adolece de estudios que avalen el aprendizaje virtual como una herramienta verdaderamente efectiva, como tampoco se cuenta aún con información suficiente que pueda acreditar a través de  investigaciones fidedignas que establezcan con seguridad el peso de los preuniversitarios.

De aquí que resulta peligroso el hecho de que la estrategia comercial que utilizan estas casas de estudio es prometer un aumento considerable en los puntajes en la PSU, cuando esto no está demostrado. “Lo que yo más conozco son las experiencias de los preuniversitarios populares y que corresponden a jóvenes de las comunas periféricas de Santiago quienes enseñan a otros jóvenes. Todavía falta saber hasta qué punto la enseñanza virtual o e-learning es una herramienta eficaz para estos fines. Yo destacaría más las experiencias de los estudiantes de ingeniería que tienen un preuniversitario y de otras facultades de la Universidad de Chile, más que la de Educar Chile”, expresa el académico y psicólogo de la Universidad de Chile, Rodrigo Cornejo.

Una de estas experiencias es la del Preuniversitario José Carrasco Tapia, que  lleva el nombre del periodista, luchador social y editor internacional de la revista Análisis quien fuera brutalmente asesinado por agentes de la CNI en 1986. Su historia nace en septiembre de 1989 cuando un grupo de profesores que hacían reforzamiento escolar en el Centro Cultural José Carrasco Tapia de la Villa Pérez Salinas de la comuna de Pudahuel, pudieron en 1990, trasladarse como Preuniversitario a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.

La historia de esta iniciativa ciudadana que ya cuenta con más de 20 años tiene importantes cifras que exhibir: “Cerca de un 40 por ciento de los alumnos que ingresan a este Preuniversitario, obtienen más de 600 puntos en la PSU, y el 93 por ciento de sus alumnos alcanzan los 475 puntos, que es el requisito mínimo para postular al fondo solidario y el crédito con aval del estado.

El año 2009 (proceso de ingreso 2010 a la universidad) lograron superar definitivamente a otras instituciones del mercado, alcanzando un promedio PSU de 583 puntos, acortando fuertemente la brecha con las instituciones privadas y posicionándonos a más de 110 puntos sobre los colegios municipales y 80 sobre los subvencionados.

Para ingresar tienen un  arancel único de inscripción con un valor de $24 mil pesos, sin embargo, todos los estudiantes que cursan actualmente 4º Medio en establecimientos municipales y particulares subvencionados tienen derecho a la gratuidad a través de la Beca Junaeb para la PSU.

Sus inscripciones se abrieron hace un mes y terminan el 6 de agosto.

Experiencias como la del Preuniversitario José Carrasco Tapia de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile que permite a alumnos y ex alumnos realizar un voluntariado concreto y probadamente eficaz, entregan de un modo contundente todos los argumentos para enfrentar la desigualdad al acceso a la educación en Chile de un modo solidario.

Síguenos en