El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal tiene planificado reunirse este martes para zanjar el contenido final de la propuesta del denominado “indulto Bicentenario”, la que según todos los indicios, no haría distinción en el otorgamiento de beneficios a reclusos castigados por delitos comunes o vinculados a causas de Derechos Humanos.
Una noción que es respaldada por sectores afines al gobierno y rechazada por las organizaciones sociales y políticas ligadas a la defensa de los derechos fundamentales.
Otra de las entidades que perfila su postura es el ejército. En la ceremonia de juramento a la bandera realizada en Antofagasta, su comandante en jefe Juan Miguel Fuente-Alba, entregó palabras de respaldo a la idea de un indulto, eso sí, sin ser específico sobre la inclusión de militares culpables de crímenes de lesa humanidad.
“Siempre lo que contribuye a la clemencia y tiene carácter de humanidad respecto de personas que pueden estar privadas de libertad con avanzada edad y estando muy enfermos, siempre tiene un sentido positivo”, señaló el jefe militar.
Una señal del ejército que confundió a parte de la clase política, sobre todo luego de la dura condena de la institución a los autores del asesinato de Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert, dada a conocer apenas se supo la sentencia final del caso.
Para el diputado PPD Tucapel Jiménez, el general Fuente-Alba cumple su rol y agrega que prefiere quedarse con el Ejército que condena fuertemente el crimen del general Prats.
“Las palabras del Comandante en Jefe deben ser altamente valoradas porque, es otro Ejército el de hoy, que ha reconocido un crimen horrendo contra un general de sus propias filas. Lo único que se debe hacer es valorar la opinión del jefe máximo del Ejército, porque es la opinión del Ejército de hoy. El Ejército que cometió los crímenes fue el Ejército de esa época”, destacó el parlamentario.
Respecto del proyecto de indulto, el parlamentario señala que le ha costado entender la finalidad de la iniciativa de la iglesia chilena y que sería incluso riesgoso para la institución eclesiástica promover una medida de este tipo, en momentos en que hay sacerdotes que están siendo investigados por delitos graves.
“Ya existen beneficios carcelarios para los presos, me ha costado entender cuál es la finalidad de una propuesta de indulto. Me parece que podría ser hasta riesgoso para la iglesia Católica proponer indultos cuando hay miembros de su iglesia que están siendo investigados por delitos graves, incluso podría ser mal entendido por la opinión pública y esto lo digo con toda la autoridad moral porque uno de los asesinos de mi padre fue indultado”, señaló Jiménez.
El Indulto Bicentenario fue analizado por la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y su presidenta, Alicia Lira, dijo estar de acuerdo en entregar el beneficio a condenados por delitos comunes, cuando son enfermos terminales, pero descartó de plano favorecer a violadores de derechos humanos.
El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal tiene planificado reunirse este martes para zanjar el contenido final de la propuesta del denominado “indulto Bicentenario”, la que según todos los indicios, no haría distinción en el otorgamiento de beneficios a reclusos castigados por delitos comunes o vinculados a causas de Derechos Humanos.
Una noción que es respaldada por sectores afines al gobierno y rechazada por las organizaciones sociales y políticas ligadas a la defensa de los derechos fundamentales.
Otra de las entidades que perfila su postura es el ejército. En la ceremonia de juramento a la bandera realizada en Antofagasta, su comandante en jefe Juan Miguel Fuente-Alba, entregó palabras de respaldo a la idea de un indulto, eso sí, sin ser específico sobre la inclusión de militares culpables de crímenes de lesa humanidad.
“Siempre lo que contribuye a la clemencia y tiene carácter de humanidad respecto de personas que pueden estar privadas de libertad con avanzada edad y estando muy enfermos, siempre tiene un sentido positivo”, señaló el jefe militar.
Una señal del ejército que confundió a parte de la clase política, sobre todo luego de la dura condena de la institución a los autores del asesinato de Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert, dada a conocer apenas se supo la sentencia final del caso.
Para el diputado PPD Tucapel Jiménez, el general Fuente-Alba cumple su rol y agrega que prefiere quedarse con el Ejército que condena fuertemente el crimen del general Prats.
“Las palabras del Comandante en Jefe deben ser altamente valoradas porque, es otro Ejército el de hoy, que ha reconocido un crimen horrendo contra un general de sus propias filas. Lo único que se debe hacer es valorar la opinión del jefe máximo del Ejército, porque es la opinión del Ejército de hoy. El Ejército que cometió los crímenes fue el Ejército de esa época”, destacó el parlamentario.
Respecto del proyecto de indulto, el parlamentario señala que le ha costado entender la finalidad de la iniciativa de la iglesia chilena y que sería incluso riesgoso para la institución eclesiástica promover una medida de este tipo, en momentos en que hay sacerdotes que están siendo investigados por delitos graves.
“Ya existen beneficios carcelarios para los presos, me ha costado entender cuál es la finalidad de una propuesta de indulto. Me parece que podría ser hasta riesgoso para la iglesia Católica proponer indultos cuando hay miembros de su iglesia que están siendo investigados por delitos graves, incluso podría ser mal entendido por la opinión pública y esto lo digo con toda la autoridad moral porque uno de los asesinos de mi padre fue indultado”, señaló Jiménez.
El Indulto Bicentenario fue analizado por la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y su presidenta, Alicia Lira, dijo estar de acuerdo en entregar el beneficio a condenados por delitos comunes, cuando son enfermos terminales, pero descartó de plano favorecer a violadores de derechos humanos.
El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal tiene planificado reunirse este martes para zanjar el contenido final de la propuesta del denominado “indulto Bicentenario”, la que según todos los indicios, no haría distinción en el otorgamiento de beneficios a reclusos castigados por delitos comunes o vinculados a causas de Derechos Humanos.
Una noción que es respaldada por sectores afines al gobierno y rechazada por las organizaciones sociales y políticas ligadas a la defensa de los derechos fundamentales.
Otra de las entidades que perfila su postura es el ejército. En la ceremonia de juramento a la bandera realizada en Antofagasta, su comandante en jefe Juan Miguel Fuente-Alba, entregó palabras de respaldo a la idea de un indulto, eso sí, sin ser específico sobre la inclusión de militares culpables de crímenes de lesa humanidad.
“Siempre lo que contribuye a la clemencia y tiene carácter de humanidad respecto de personas que pueden estar privadas de libertad con avanzada edad y estando muy enfermos, siempre tiene un sentido positivo”, señaló el jefe militar.
Una señal del ejército que confundió a parte de la clase política, sobre todo luego de la dura condena de la institución a los autores del asesinato de Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert, dada a conocer apenas se supo la sentencia final del caso.
Para el diputado PPD Tucapel Jiménez, el general Fuente-Alba cumple su rol y agrega que prefiere quedarse con el Ejército que condena fuertemente el crimen del general Prats.
“Las palabras del Comandante en Jefe deben ser altamente valoradas porque, es otro Ejército el de hoy, que ha reconocido un crimen horrendo contra un general de sus propias filas. Lo único que se debe hacer es valorar la opinión del jefe máximo del Ejército, porque es la opinión del Ejército de hoy. El Ejército que cometió los crímenes fue el Ejército de esa época”, destacó el parlamentario.
Respecto del proyecto de indulto, el parlamentario señala que le ha costado entender la finalidad de la iniciativa de la iglesia chilena y que sería incluso riesgoso para la institución eclesiástica promover una medida de este tipo, en momentos en que hay sacerdotes que están siendo investigados por delitos graves.
“Ya existen beneficios carcelarios para los presos, me ha costado entender cuál es la finalidad de una propuesta de indulto. Me parece que podría ser hasta riesgoso para la iglesia Católica proponer indultos cuando hay miembros de su iglesia que están siendo investigados por delitos graves, incluso podría ser mal entendido por la opinión pública y esto lo digo con toda la autoridad moral porque uno de los asesinos de mi padre fue indultado”, señaló Jiménez.
El Indulto Bicentenario fue analizado por la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y su presidenta, Alicia Lira, dijo estar de acuerdo en entregar el beneficio a condenados por delitos comunes, cuando son enfermos terminales, pero descartó de plano favorecer a violadores de derechos humanos.
