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Piensa positivo

Columna de opinión por Wilson Tapia
Jueves 15 de julio 2010 18:36 hrs.


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Con esto del fútbol, de la hermandad, de que somos todos uno tras un mismo objetivo, me dio por pensar que algo no andaba.  Y un amigo, en medio de la euforia de los primeros partidos del Mundial, lanzó la frasecita que me quedó dando vueltas: “¿Hasta cuando vemos sólo la mitad medio vacía? Hay que pensar positivo”, dijo. Mi amigo es un poco new age.   A veces se deja llevar por sus maravillosas intenciones, pese a que la realidad dice cosas distintas.  Así es él.  Y yo, lo miré, y me dije: ¿Y si tiene razón?

Me puse manos a la obra y empecé a buscar.  Hasta llegué a decirme no sólo hay que pensar positivo, sino en GRANDE, como sostiene otro amigo que, además, se lo cree. Deseché las noticias de asaltos, crímenes, descerrajamiento de cajeros automáticos.  Dejé de lado que otro embajador durara apenas unas semanas, y nada menos que en China.  Relegué las parafernálicas noticias sobre juicios por fraude al fisco, en que El Mercurio daba los nombres y filiación de cada uno de los implicados, excepto la de ex diputada Amelia Herrera, militante de Renovación Nacional (RN). Con esfuerzo mucho mayor postergué para otro comentario que Chile haya aumentado de 13,7% a 15,1% el porcentaje de pobres, desde 2006 a la fecha. También pasé por alto lo que anuncian las proyecciones para este año: en los hogares chilenos el endeudamiento crecería entre 6% y 7%., como consecuencia de la recuperación del consumo.

Estaba en eso, cuando me llegó un mail que hablaba de las diputadas pro vida. Un grupo compuesto por seis parlamentarias de la Unión Demócrata Independiente (UDI) -María José Hoffmann, María A. Cristi, Mónica Zalaquett, Claudia Nogueira, Andrea Molina y Marisol Turres-, que se oponen al aborto, a la píldora del día después y abogan por la normalidad en materia sexual, de pareja, etc. No comparto eso de meterse en la cama de otra gente. Pero recapacita, me dije, velan por valores.

En esos mismos días, Mario Kreuzberger llegó a La Moneda.  Logró que el Presidente Piñera financiara con aportes fiscales la terminación del Teatro Teletón.  Y que el mandatario anunciara que será el “gran teatro de las artes escénicas, musicales”. En Chile estamos escasos de espacios para la cultura y en Santiago carecemos de centros en que el arte pueda llegar a públicos masivos. Se me llenó otro poco el vaso.

Seguí luego con los DD.HH. Esto de que Chile haya jugado un papel preponderante, según nuestra Cancillería, en la liberación de los presos políticos cubanos, aportó otras gotas.

Casi me había convencido que mi amigo, el del “Piensa positivo”, tenía razón. Hasta llegué a sospechar que el otro, el de “Piensa en GRANDE” podía estar en lo cierto. Pero me enteré de otras noticias.  Las diputadas pro vida votaron en contra de prolongar el postnatal de las madres, de 84 días a seis meses. ¿Los dogmas pesan más que los valores? ¿Qué vida humana les interesa? ¿Las que sólo se someten a los dictámenes de su fe o de su forma de mirar el mundo?

Después que supe lo del teatro Teletón, recordé que la sala Gabriela Mistral -para dos mil personas- era el gran centro proyectado para la cultura y las artes. La explicación oficial vino de boca de Luciano Cruz-Coke, ministro de Cultura.  Con su buena dicción teatral a que nos tiene acostumbrados, dijo que en cuanto al teatro Teletón, Piñera no hacía más que cumplir un compromiso asumido por su antecesora, la Presidenta Bachelet. Y que en cuanto a la sala Gabriela Mistral no había suspensión, “sólo postergación”, porque se reasignaron los fondos. Pregunto: ¿Por qué el teatro Teletón puede ser más importante que un centro cultural que beneficiará a todos los chilenos? Creo que las dos iniciativas son relevantes y debieran ser tratadas como tales.

En el tema de los DD.HH., también se me desinfló la esperanza. Primero, aquí el caso fue tratado básicamente como una bandera ideológico-política. El papel que jugó el canciller Moreno no fue ni relevante ni decisivo. A renglón seguido, vino la obsecuencia frente a los Estados Unidos.  El gobierno parece decidido a restablecer relaciones con Honduras donde hubo también una abierta violación de los derechos humanos de los hondureños que habían elegido a Manuel Zelaya como su Presidente constitucional. Y todavía hay que esperar que ocurrirá aquí con los indultos solicitados por la Iglesia Católica.

Cuando me quedaba sin gotas en el vaso, recordé que Claudio Bravo, el capitán de la Roja, y Mauricio Isla, baluarte de la selección, tendrán calles con sus nombres en Buín.

Me volvió al alma al cuerpo.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.