Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 28 de marzo de 2024


Escritorio

Mural y medalla


Martes 10 de agosto 2010 11:31 hrs.


Compartir en

Convengamos que el cambio que Piñera prometió, está acercándose; pero ¿Cuál cambio?  Reunir gente por sus apellidos y fortunas, que comparten sus antiestatismo, ¿por donde irá? Por todo eso y más, que nosotros  los de a pie, ni siquiera imaginamos. Por su lado, la Concertación tampoco realizó cambio alguno, el modelo  impuesto por la dictadura, es más, lo consolidó  con indescriptible y perversa conducta.

Damos sólo dos ejemplos: 1.- todos sabemos que a costa de miles de madres y padres endeudados, se construyeron magníficos edificios, que albergan universidades privadas, de tiza y pizarrón, sin centros de alumnos, sin lugares para reunirse, conversar, reflexionar, compartir con profesores o con sus pares. Sólo con suerte, sentados en los estrechos pasillos.

Que decir de la investigación, a estas universidades dichas palabras les perturba e intuyen que es peligrosa.  2.- Como hicieron con respecto a la Universidad de Chile, nada, ni siquiera fueron capaces de contener su desmantelamiento.

Ahora permítanme citar a Ricarte Soto, un hombre inteligente, además hijo de un gran cineasta, que entrevistado en una revista de farándula dijo:

“¿Para qué sirve una izquierda estéril cuya imaginación apenas alcanza para contener a la derecha? ¿A cuál izquierda se refiere?, ¿A la de Lagos, que terminó su gobierno aplaudido por los empresarios?, ¿Cuál izquierda entonces? La de los que sobreviven en este país, gente decente con convicciones que defienden con entereza y a fuerza de cualquier sacrificio.

Pero el cambio llegó, sólo les faltaba el poder Ejecutivo todo lo demás ya lo tenían. Ahora se muestran con mucha altanería y seguridad, es decir el gobierno de los ricos, que hicieron su fortuna en complicidad con el tirano, estas personas nos gobiernan, personas que se premian y adulan entre ellos, y designan ministros de acuerdo a sus intereses, favores y apellidos. Además se conocen entre sí, estas personas de excelencia empresarial e intelectual, como el ministro de Cultura, Luciano Cruz Coke, cuyo padre, un abogado que todos sabemos quién es.

El alcance de nombre siempre me recuerda aquel Luciano Cruz, (no con apellido compuesto ya que era de clase media), muerto accidentalmente y bastante menor que el señor ministro, por eso se dice que los héroes mueren jóvenes, (Miguel Henríquez cayó en combate a los treinta años).

Volviendo al ministro de Cultura, confirma lo que venimos diciendo, entregó la “medalla del Bicentenario” a un empresario exitoso, presidente del Colegio de Ingenieros, Fernando Agüero, que a pesar de ser un devoto católico, conserva sus capitales, como “hueso Santo”. Recibió esta medalla saltando y mostrándola como un niño que hubiese ganado los 50 metros planos.

Todo esto en el acto inaugural del mural del pintor Roberto Geisse, emplazado en la Estación Central Línea 1 del Metro de Santiago, quien ni siquiera se dio por enterado, distraído compartía con su gente.

Qué vergüenza,  el país de mierda y el patetismo que estamos proyectando.

Raúl Gutiérrez

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

Envíanos tu carta al director a: radio@uchile.cl