Los trabajadores de Transaraucaria cumplen hoy el quinto día en huelga de hambre, que comenzó este sábado con seis personas, pero que entre el lunes y martes sumó cuatro más, completando los diez manifestantes.
Luego de la quiebra de la empresa Transaraucaria, los trabajadores quedaron cesantes y sin el pago de sus cotizaciones. Esta semana los choferes se reunieron con autoridades de los ministerios de Transporte y del Trabajo, las que les han asegurado que la nueva concesión será entregada a Buses Gran Santiago, empresa que ofreció contratar sólo a 260 conductores de los más de 600 trabajadores de la empresa.
Una oferta que resultó completamente insatisfactoria para el presidente del Sindicato Trabajadores de Transaraucaria, Osvaldo Arancibia: “Es insuficiente total. Darle a 260 trabajo con sueldo inferior al que tenemos, con un contrato indefinido, lo que quiere decir que hoy pueden contratar y comprometerse entonces con la palabra empeñada al Gobierno, pero al ser indefinido podrían despedirte mañana mismo. Entonces nos parece completamente insuficiente, nos parece una burla, creemos que no nos merecemos este trato. No estamos dispuestos a aceptar esta oferta y no vamos a ceder”.
Arancibia indicó que esta oferta sólo tiene la finalidad de dividir el movimiento e impedir que gane fuerzas. Por su parte, el vocero de los manifestantes, Denis Vargas, relató la compleja situación que los trabajadores están viviendo día a día y que motivó esta medida.
“Nosotros hemos pasado etapas muy duras, llevamos cuatro meses sin sueldo, estábamos desesperados y debido a la desesperación hemos tomado esta determinación de la huelga de hambre. Hay trabajadores que han tenido que andar pidiendo en las calles, mendigando una moneda para llevar sustento a su familia, trabajadores que están demandados por no pago a los dividendos, trabajadores que han perdido sus casas, que no han podido postular a créditos universitarios, hipotecarios, no tenemos salud por el no pago de las cotizaciones durante más de 24 meses. Esta situación ya no daba para más”, indicó el dirigente.
Los trabajadores han advertido que, si para el día 13 de octubre, 11 días después de iniciada la huelga, no obtienen respuestas, recrudecerán el movimiento hacia una huelga de hambre seca.
Sin embargo, el ministro de Transportes, Felipe Morandé, indicó que su cartera no tiene injerencia en esta materia, ya que se trata de un conflicto entre privados, pero que, de todas maneras, están realizando buenos oficios para buscar una solución al tema.
Mientras, las esposas de los huelguistas se sumaron a las protestas. Andrea Ojeda, casada con el huelguista Christian Cid, indicó que hicieron entrega de una carta a la Primera Dama y advirtió que podrían ellas también comenzar una huelga de no llegar a una solución.
“La idea de nosotros es que las mujeres de los trabajadores dejemos una carta a la señora Cecilia Morel, en la condición de esposa y madre, como mujer jefa de hogar, para que ella pueda intervenir ante Su Excelencia, para que nos pueda recibir y darnos alguna solución. Si no hay solución dentro de estos días, los chicos dijeron que empezarían una huelga seca, y si en esos días no se soluciona, nosotras estamos dispuestas también a acompañarlos. Estamos decididas al cien por ciento”.
El petitorio de los trabajadores consta de cuatro puntos irrenunciables: el pago inmediato y reajustado de sus sueldos adeudados desde el mes de junio; el pago inmediato de las cotizaciones previsionales y de salud; estabilidad laboral y continuidad del total de los trabajadores de la empresa; y establecer en la ley, las licitación y los contratos, la protección del empleo, la permanencia y los derechos de los trabajadores del transporte público en Chile.