Fue presentado como el mayor cambio curricular en la educación chilena desde el inicio de la Jornada Completa.
El ministro de Educación, Joaquín Lavín, anunció que a partir del próximo año y obligatoriamente desde 2012, los alumnos desde 5º Básico a 2º Medio tendrán hasta dos horas más de Lenguaje, Matemáticas e Inglés, con el argumento de seguir las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la ruta de países como Suecia, Singapur, Finlandia y de los colegios chilenos con buenos resultados en el Simce.
Las horas de Lenguaje aumentarán de cinco a siete y las de Matemática pasarán de cinco a seis de 5º a 8º Básico y de cinco a siete, en 1º y 2º Medio. En inglés se pasará de dos a tres horas en 5º y 6º Básico.
Si se suma la cantidad de horas agregadas, aprobadas el 11 de noviembre por el Consejo Nacional de Educación, los escolares de dichos cursos tendrán 800 horas más de Lenguaje y Matemáticas.
Sin embargo, para realizar este cambio sin sobrecargar a los estudiantes se decidió acortar las clases de Ciencias Sociales, de cuatro a tres horas semanales, y se mantendrá sólo una hora obligatoria de Tecnología en Enseñanza Básica.
Según Cristián Bellei, investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, se trata de una buena idea en términos generales, puesto que hay muchos estudios que han demostrado que el tiempo que se dedica a la enseñanza está muy asociado a los niveles de aprendizaje que se obtienen.
De hecho, el académico citó una investigación comparativa entre los resultados de la prueba PISA de Chile y Polonia, y que una de las razones que explicaría la ventaja del país europeo sería la dedicación de una hora más semanal en Lenguaje y Matemáticas, sumado al mejor uso del tiempo disponible.
Sin embargo, Bellei aseguró que le parece innecesario sacrificar las horas destinadas a otras asignaturas: “Creo que el currículum que hay en Chile no requiere que para aumentar un par de horas en Lenguaje y Matemáticas tengas que disminuir horas en Ciencias Sociales, Historia o Tecnología, son ramos también importantes y hay buenas razones para no desatenderlos. El currículum chileno deja muchas horas de libre disposición, afortunadamente Chile expandió la jornada escolar y dispone de muchas horas pedagógicas, de manera que entiendo la razón de fortalecer Lenguaje y Matemáticas, pero no entiendo por qué tiene que ser a costa de las Ciencias Sociales y la Tecnología”, explicó el especialista.
En tanto, Juan Eduardo García-Huidobro, ex presidente del Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación, reconoció que la medida es un intento de resolver un problema manifiesto, que es el poco dominio en estas materias.
Sin embargo, el experto advirtió que no comparte del todo la disminución en las horas de Ciencias Sociales, porque aseguró que éstas también ayudan a mejorar el lenguaje.
“Una manera de mejorar Lenguaje, precisamente, es manteniendo Ciencias Sociales. Entiendo que cuando estamos en una etapa muy inicial, donde se está enseñando a leer y escribir, por supuesto que se requiere mucho tiempo en eso. Pero en el momento en que los niños logran un dominio básico, esa lectura y escritura también se puede ir haciendo en los otros ramos. Todos los otros ramos, de alguna manera, y principalmente Ciencias Sociales, están en la lengua materna, se hacen, se viven en ésta”, señaló.
Por su parte, el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, lamentó que estas decisiones no sean consultadas primero con los docentes y advirtió que primero debería revisarse el currículum educativo.
El dirigente gremial subrayó además que todos los ramos son importantes para lograr una educación integral de los alumnos: “La educación es algo mucho más completo, que tenga jóvenes con una visión de globalidad, con espíritu crítico, integralidad. Cómo voy a decir yo que las horas de Historia son más o menos importantes que las de Matemáticas. Esa es una cuestión muy grave, muy seria y se nota que está hecha por tecnócratas que no conocen la realidad y por gente que no son pedagogos. Inmediatamente a la luz, lo que puede salir es que esa gente no son pedagogos”, consideró.
A juicio de Gajardo, lo que prima en estas medidas es una sobrevaloración de los rankings y la competitividad en los colegios, para hacer el negocio de la educación mucho más rentable.