Un millón de empleados dependientes no cuentan con protección laboral, según dio a conocer en un nuevo estudio la Fundación Sol. El sociólogo e investigador de la Fundación, Alexander Páez, criticó la falta de profundidad de los análisis que entrega el Instituto Nacional de Estadísticas y añadió que al desagregar los datos se registra claramente en la condición que trabajan los “independientes”, los que cuentan con una suerte de autonomía, pero poca protección.
“Cuando hablamos de falso asalariado o como nos gusta llamarlo a nosotros de subordinación independiente, son trabajadores que están bajo subordinación, es decir, cumplen un horario, tienen un puesto de trabajo. Cerca del 60 por ciento de los subordinados independientes trabajan en la oficina, por lo tanto esas personas tienen un grado de sometimiento laboral que debería estar contrarrestado con derechos laborales, protección laboral. Y más básicamente ser reconocidos en el Código del Trabajo”, explico el experto.
Además, casi el 80 por ciento de estos “subordinados independientes” no entrega ningún comprobante, lo que vuelve más precaria aún su situación laboral ante instituciones como la Inspección del Trabajo.
Por otro lado, Paéz señaló que un 16 por ciento de los trabajadores dependientes recibe sus salarios a través de honorarios y añadió que, aunque pocos los saben, la boleta está dentro de la llamada “externalización de servicios”, figura que está muy presente en la actualidad y que se explica como un intento de las jefaturas de debilitar la sindicalización.
Sin embargo, el sociólogo advirtió que de a poco se está produciendo la tendencia de agrupar a estos trabajadores en organizaciones de mayor envergadura, como es el caso de los subcontratistas del cobre o del comercio.