La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Navi Pillay, dijo hoy que Siria entró en estado de guerra civil, con más de 4.000 muertos, en ocho meses y un número creciente de soldados que desertan para tomar las armas contra el régimen de Bashar al Assad.
“Apenas empezó a haber más y más desertores amenazando con tomar las armas, lo dije en agosto en el Consejo de Seguridad, habrá una guerra civil”, dijo Pillay a la prensa en Ginebra.
“Y así lo estoy caracterizando ahora”, precisó. Las declaraciones de la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU llegan en momentos en que Assad enfrenta cada vez más presión interna y del extranjero, pero pese a ello, no ha dado indicios de flexibilizar su posición.