Nuevamente sin presencia de organizaciones ciudadanas ligadas a su cartera, la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, realizó su segunda cuenta pública.

En la oportunidad, la ministra Benítez aseguró que el Gobierno “ha sido muy eficiente y que ha logrado, mediante el trabajo entre públicos y privados, elevar los estándares de calidad del aire y de contaminación”, haciendo mención a la entrada en vigencia de la norma PM 2,5 y de las termoeléctricas, que  según Benítez disminuirán en un 80 por ciento las emisiones de dióxido de azufre.

Uno de los ejes centrales de esta cuenta fue la institucionalidad ambiental, que a juicio de la ministra se debe a que existe voluntad política.

“Llevamos un año de institucionalidad. El ministerio y el Servicio de Evaluación hemos logrado publicar tres normas relacionadas con calidad del aire, que estaban hace más de diez años en estudio y tal como lo señale, no sólo se necesita la voluntad técnica, sino también la voluntad política”, explicó la ministra Benítez.

La secretaria de Estado añadió que “no es por decir que somos muy eficientes, pero sí creo que lo somos, ya que en la historia en calidad del aire se podrá dar cuenta que en un año hemos trabajado tres a cuatro normativas importantísimas que no se habían hecho”.

Además de hacer estos anuncios, la titular de Medio Ambiente informó la pronta declaración de ciudades de Los Ángeles, Chillán y Osorno como zonas saturadas.

Cabe destacar que la generación de la nueva institucionalidad ambiental tiene sus orígenes en la tramitación de la ley entre los años 2006-2010 durante el gobierno del la ex Presidenta Michelle Bachellet, de ahí que la ex ministra de Medio Ambiente y académica del Centro de Derecho Ambiental de la Universidad de Chile, Ana Lya Uriarte.

En este contexto, la ex ministra de la cartera destacó lo que todavía falta y señaló que “el gran desafío pendiente es la creación de los Tribunales Ambientales para que la superintendencia del Medio Ambiente pueda efectivamente fiscalizar y sancionar a los infractores de las normas ambientales, de las resoluciones de calificación ambiental”.

Ana Lya Uriarte agregó que “las normas que se crearon para efectos de las facultades de fiscalización de la superintendencia alcanzan los planes de prevención y descontaminación. De nada sirve con tener planes de prevención y descontaminación si no hay quien los fiscalice y esa fiscalización está entregada a la superintendencia del Medio Ambiente”.

Para finalizar, María Ignacia Benítez anunció la publicación del plan de descontaminación para Concepción y el trabajo que se está realizando en torno a los pasivos ambientales como lo ocurrido en Puchuncavi-Ventanas.