La iniciativa, que es apoyada por la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), académicos y la Fundación Pro Acceso, busca promover un proceso de reforma del sistema de admisión que permita eliminar este factor de discriminación y lograr establecer mecanismos de transparencia para éste.
A juicio de los recurrentes, la Prueba de Selección Universitaria (PSU) considera contenidos que no están incorporados en el currículo de los colegios técnico profesionales, lo que merma sus oportunidades de ingresar a universidades de calidad.
Cristian Pizarro, vocero de de los colegios técnico profesionales, explicó que “la PSU es una prueba totalmente segregadora, que no mide las capacidades de los alumnos, sino el bolsillo de éstos”.
Por su parte, el abogado Moisés Sánchez, de Pro Acceso, explicó que el argumento central del libelo es “la existencia de una desigualdad ante la ley, la generación de un grupo privilegiado, constituido por los estudiantes humanistas científicos, situación que por cierto no proviene de ellos sino de una decisión de las autoridades y de las universidades chilenas, que aplican un sistema estructurado y generado especialmente para medir las habilidades, capacidades y contenido de la educación científico-humanista, no la técnico profesional”.
“De esta manera, los estudiantes técnico profesionales se sienten perjudicados y ven limitadas sus posibilidades de elección, participación y acceso a la educación superior”, agregó el abogado.
Los estudiantes concuerdan en que los anuncios de modificación a la PSU hechos por el Consejo de Rectores, luego de la entrega de los resultados del 3 de enero pasado, no son más que “declaraciones de buenas intenciones, sin anuncios concretos que apunten a la modificación del sistema”.
Incluso, aseguraron que “las propuestas pueden llegar a ser más regresivas que lo establecido actualmente, como lo es la posible incorporación de un ensayo en la prueba de Lenguaje”.
A raíz de esto, tanto secundarios como universitarios pretenden, con la presentación del recurso de protección, declarar arbitraria la PSU, con el fin de que los tribunales ordenen revisar el mecanismo de selección y adopte las medidas que estime conducentes para evitar estas formas de discriminación.
El presidente de la FEUC, Noam Titelman, aseguró que “el termómetro está malo. La PSU no mide verdaderamente los talentos de nuestra sociedad, sólo genera una discriminación según el origen socioeconómico de las personas”.
“Agregar más contenidos a la prueba no aumenta su capacidad de proyección y sí aumenta la discriminación, frente a los técnicos profesionales, por ejemplo. Creemos que hay que avanzar hacia una prueba que mida habilidades, talentos y méritos, y no una prueba que mida contenidos”, señaló el dirigente.
La Asamblea Coordinadora de Estudiantes Técnico Profesionales y Artísticos y la FEUC denunciaron que actualmente las únicas evaluaciones oficiales que se conocen de la PSU vienen de sus propios creadores, quienes hoy forman parte del Comité Técnico Asesor del CRUCH para la PSU.
En los resultados de estas evaluaciones no se han reconocido errores o deficiencias y se ha negado cualquier perjuicio ocasionado a los grupos vulnerables, como los estudiantes provenientes de la educación técnico profesional municipal.