Por segunda vez en seis semanas, los griegos votan este domingo 17 de junio para elegir un nuevo Parlamento y el Ejecutivo por un período de cuatro años, luego de que los resultados de las elecciones del pasado 6 de mayo impidieran la formación de una coalición de gobierno.
Unos 20 partidos políticos, que van desde la extrema derecha neonazi a la extrema izquierda, compiten en estas elecciones, aunque los últimos sondeos sitúan al conservador Nueva Democracia y al izquierdista Syriza como favoritos, incluso los sondeos internos de estos partidos auguran un empate técnico.
Todos las formaciones aseguran que, de ganar, mantendrán al país en la moneda única europea, pero el líder de Syriza, Alexis Tsipras, prometió rechazar los duros términos del rescate internacional de 130.000 millones de euros que fue pactado en marzo pasado con el anterior gobierno griego.
El lider del partido Nueva Democracia, Antonis Samaras, por su parte, dice que un rechazo al rescate de la UE/FMI significaría volver a la moneda griega, el dracma, lo que según los analistas equivaldría a una profunda crisis económica y social en el país.
Los líderes de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional no han cesado de subrayar que las condiciones del acuerdo de rescate tienen que ser aceptadas plenamente por un nuevo gobierno o los fondos serán recortados, lo que llevaría a Grecia a la bancarrota.
Las encuestas de opinión muestran que los griegos, en su mayoría, desean permanecer en la unión monetaria de Europa pero, cansados de cinco años de recesión, no aceptan los recortes de los salarios, pensiones y una tasa de desempleo hasta de casi el 23%.