El trabajador se roció el cuerpo con metamidofós, insecticida con el que se intoxicó y afectó también a tres personas del equipo de salud que intentaron auxiliarlo en el SAPU Gustavo Molina del sector Laguna Sur, en la comuna de Noviciado.
El hombre, de unos 32 años, fue derivado a la Posta 3 debido al paro cardiorrespiratorio que le sobrevino en el consultorio, al mismo tiempo que el personal de la ambulancia que lo había llevado desde la posta rural también mostraba signos de intoxicación que obligaron a evacuar la zona del SAPU y cercar el perímetro aledaño.
Así de tóxico es este producto, que se vende libremente en el mercado nacional junto a otros similares.
En este sentido, María Elena Rosas, de la Red de Acción en Plaguicidas (Rapal-Chile), afirmó que “con unos gramos del plaguicida metamidofós se puede matar a una persona. Con unos gramos se han cometido algunos homicidios en el sur de Chile, donde una persona le colocó a su mujer en una bolsa de té unos gramos de carbuforano, que es un plaguicida también del grupo de los extremadamente tóxicos y esa persona murió. Esos plaguicidas están a disposición para intentos de suicidio y también en el campo”.
María Elena Rosas afirmó que el Congreso lleva discutiendo al menos desde 2005 un proyecto de ley que prohíbe la venta de plaguicidas peligrosos y, pese a este retraso, el Gobierno se sigue negando a darle urgencia a la iniciativa, aunque han ocurrido otros incidentes.
De hecho, el 22 de diciembre de 2011 resultaron intoxicadas 73 temporeras que cosechaban arándanos en un predio de la comuna de Pelarco, luego de inhalar metamidofós que había sido fumigado en el predio colindante a aquel en que realizaban sus labores de cosecha.
Además, ese año se registraron 80 intoxicaciones notificadas por el sistema de Vigilancia Epidemiológica dependiente del ministerio de Salud. Pero, según afirmó la mujer, la cifra debiera multiplicarse por cinco, ya que en la mayor parte de los casos no se reportan los incidentes por negligencia, desconocimiento o temor.
El diputado DC Fuad Chaín indicó que se debe legislar al respecto lo antes posible para evitar que estos incidentes sigan ocurriendo: “Un producto que tenga ese nivel de peligro, que sea tan dañino para la salud humana, que permita a una persona quitarse la vida o poder envenenar a otra, es evidente que tiene que tener una regulación muy particular y hay que restringir absolutamente su uso. Me parece que nosotros en la comisión de Agricultura tenemos la oportunidad legislativa de poder conocerlo y despacharlo de manera rápida”, afirmó.
Sin embargo, la representante de RAPAL afirmó que, hay muy pocos parlamentarios que muestran conciencia respecto a este tema, ya que los principales efectos de los plaguicidas y tóxicos son crónicos, a largo plazo e invisibles.