El acuerdo remarca entre otros puntos el compromiso de la junta directiva de no cerrar la sede de Punta Arenas de la Universidad de Mar, además de determinar que los recursos que se generen en dicha casa de estudios serán administrados en el mismo lugar, generando una cierta autonomía respecto al resto de los planteles.
Además, la propuesta de la designación del nuevo rector, será realizada desde la sede Punta Arenas, de entre una nómina que contendrá el nombre y antecedentes académicos y personales. Corresponderá su nombramiento definitivo a la Junta Directiva de la U. del Mar y al rector nacional, Patricio Galleguillos.
Cabe señalar, que dicha casa de estudios quedó en entredicho, luego que su ex rector, Raúl Urrutia, denunciara el pago a inmobiliarias por sobre las remuneraciones de los funcionarios, dejando en evidencia la triangulación de dineros que la universidad efectuaba para obtener ganancias.
Para el ex profesor de la universidad, Manuel Rodríguez, el acuerdo firmado no garantiza que se evite el cierre de la sede de Punta Arenas.
“Ese concepto de autonomía financiera va a ser extremadamente difícil que se pueda cumplir por la enorme deuda que tiene la sede de Punta Arenas con sus acreedores acá en la región de Magallanes, como por el hecho de que el dinero que ingresa por el pago de las mensualidades de los estudiantes aquí matriculados es seriamente inferior a los costos de funcionamiento de la casa universitaria de Magallanes”, comentó.
El Ministerio de Educación aun no se pronuncia concretamente respecto a la situación de la universidad, debido a que se encuentra en proceso de recopilación de antecedentes.
El académico fustigó el rol que ha tenido el Mineduc en este caso: “Aquí ha quedado al descubierto la desnudez del Ministerio de Educación para poder fiscalizar y tener capacidad de tuición respecto de lo que ocurre en las universidades privadas. La verdad es que nos queda en evidencia y una vez más con claridad, que las universidades privadas funcionan como espacios feudales, como castillos encerrados que toman sus decisiones por su cuenta”.
En tanto los estudiantes denuncian que la universidad ha iniciado una “persecución” en contra de las directivas democráticamente elegidas.
En esa línea, la presidente de la Federación de Estudiantes de la sede Maipú, Susana Giacaman, dijo que “nos ha costado mucho levantar una federación que no sea impulsada por la misma rectoría, que se esfuerzan en poner sus federaciones de estudiantes, entendiendo que las federaciones son un requisito para tener la acreditación. Cuando es elegida una de manera democrática por los estudiantes hacen lo posible por deslegitimizarla, por irrumpir en sus espacios e impedir la participación”.
Los estudiantes además se encuentran preocupados respecto al futuro de otras sedes, como la de Iquique, Curicó y también Santiago, que se encuentran en igual situación que la de Punta Arenas, por lo que su cierre podría producirse en los próximos meses.