“Vuelve a ser inteligente, no fumes marihuana. La marihuana te desmotiva, altera tu memoria y baja tu rendimiento”, era el mensaje que el Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (CONACE) entregaba mediante una campaña televisiva en 2008. Una serie de tres spots que despertó una gran cantidad de críticas de parte de organizaciones civiles.
Esta campaña, así como otras desarrolladas para combatir el consumo de marihuana, parecieran no estar dando resultados positivos en los jóvenes. El Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación para el Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), organismo que reemplaza al antiguo CONACE, elaboró durante el 2011 el Noveno Estudio Nacional de Drogas en la Población Escolar. Los resultados fueron recientemente publicados y develan, entre otras cosas, un aumento de 4,4 puntos porcentuales, respecto del año 2009, en el consumo de marihuana entre escolares de 8° básico a 4° medio.
El estudio realizado consultó a 33.509 estudiantes, en 103 comunas del país. Un 19,5 por ciento de los encuestados declaró haber consumido marihuana en el último año, mientras que en 2009 esta cifra llegó solo al 15,1 por ciento.
Estos números contrastan, sin embargo, con el aumento de la percepción de riesgo a un 48 por ciento. Al respecto la directora del SENDA, Francisca Florenzano, destacó “un avance importante con el aumento de la percepción del riesgo frente al consumo de alcohol y marihuana. El cambio en esta percepción –aseguró- es el paso que antecede un cambio de conducta a futuro”.
Para Sebastián Binfa, director de la revista Cáñamo, este aumento en la percepción de riesgo viene a comprobar que los argumentos que eran esgrimidos por las autoridades ahora no tienen asidero, y todo finalmente se reduce a una incorrecta aplicación de las políticas de prevención. “Todos los objetivos que ellos se han planteado de bajar el consumo y disminuir la oferta han fallado. Lo dicen los estudios todos los años, de que la política está mal, pero nadie habla de la política”, pues acá “lo importante es fijarse metas realistas: que el consumo problemático se pueda controlar”, asegura Binfa.
Pero el estudio no solo se concentró en el consumo de marihuana, aunque los datos obtenidos en torno a esta droga hayan sido los más destacados.
Según el organismo, el consumo de tabaco viene registrando una tendencia a la baja desde las últimas observaciones. Los resultados actuales de consumo de tabaco en el último mes resultan ser los más bajos de toda la serie, con un 25,9 por ciento. El consumo de cocaína se mantiene estable en un 3 por ciento, mientras que el consumo de pasta base registra una disminución que resulta significativa respecto del estudio anterior: de un 2,6 a un 2,2 por ciento.
Estos resultados evidencian, según Paolo, un representante de la agrupación Amigos del Cannabis, que no hay correlación entre el consumo de marihuana como iniciación de consumo y la escalada de las drogas, lo que sería “una falacia, porque hoy día una de las sustancias más consumidas es el alcohol y el tabaco, todos parten por ahí”. Todas estas afirmaciones tienen que ver con una tremenda desinformación respecto del tema”, subraya.
Estas palabras son refrendadas por Sebastián Binfa, que se remite a los mismo números para afirmar que no hay causalidad entre el consumo de marihuana y el paso a otras drogas.”Si fuera una puerta de entrada, las tasas de consumo de marihuana serían similares a las de cocaína y pasta base, pero nada que ver. No hay causalidad en esto”, afirma el director de la revista Cáñamo.
Sin duda, las repercusiones de este estudio fueron amplias y motivan nuevas discusiones en torno al consumo y abuso de drogas, entre ellas el alcohol y el tabaco. Sin embargo, toda cifra obtenida ahora debe traducirse en el perfeccionamiento de las políticas de prevención.