Mil 600 kilómetros de distancia recorrerían las aguas que serían transportadas a través de tubos desde El Maule hasta Iquique por esta carretera hídrica sugerida por la empresa francesa Vía Marina y que pretenden aprovechar un porcentaje de los 25 mil 207 metros cúbicos de agua que ingresan cada segundo al mar.
Esta iniciativa fue calificada como “bastante atractiva” por el secretario ejecutivo de La Comisión Nacional de Riego, Felipe Martin, al llamar a licitación para generar un diagnóstico de la demanda potencial hídrica en el norte, considerando que se esperan menos precipitaciones y temperaturas más altas a futuro, lo que agravaría el escenario.
Sin embargo, para Lucio Cuenca, Director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), esto no es más que una solución de la expansión minera que está de fondo en la crisis hídrica del norte de Chile ya que aún se consideran más de 100 mil millones de dólares en inversiones mineras para los próximos años, lo que subirá demanda de agua en un 45 por ciento. “Es una falsa solución” pues “la expansión minera está superando todos los límites naturales para el uso de los ecosistemas”, aseguró. “Se parte de premisas erradas, ya que se plantea hacer un tubo de 1600 kilómetros y como que el agua se movería sola, pero no se dice que se requiere de muchísima energía para trasladar esa agua”, detalló.
¿Y de dónde provendría toda esa energía? El especialista afirmó que es allí donde surge el mito de la necesidad de proyectos como HidroAysén y la recientemente rechazada central termoeléctrica Castilla.
Por otro lado el Secretario del Movimiento por la Defensa del Agua, Protección de la Tierra y Respeto al Medio Ambiente (MODATIMA), Rodrigo Mundaca, afirmó que el proyecto es una tremenda inversión que objetivamente no se va a materializar en este gobierno, pues “son bastante cosméticas, pues no apuntan al problema de fondo”. Este proyecto además no se condice con la realidad de las regiones más afectadas por la escasez hídrica, como son la tercera, cuarta y quinta región, pero según Mundaca. “el gobierno se resiste a discutir la formulación de una política que sea racional y eficiente en el uso de sus recursos hídricos”.
El secretario añadió que hoy se están favoreciendo abiertamente emprendimientos, incluso por sobre la necesidad básica de agua para la bebida de la población. En este sentido advirtió que esta situación va a seguir haciendo crisis mientras las aguas sean consideradas un bien de capital en Chile, es decir como un recurso privado, y no un bien público.