Pese a que ya había trascendido que sería el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el que se encargaría de realizar la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen), luego que la Cepal anunciara el fin de su colaboración con Chile para desarrollar los indicadores, el ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, anunció que se trabaja en un proyecto de ley para crear un organismo “independiente del gobierno de turno” que se encargue de medir la pobreza en Chile.

Aunque desde la Secretaría de Estado no detallaron sobre los plazos y formas en que se desarrollará la iniciativa, el anuncio se origina después de la polémica en la que se vio envuelto el Gobierno producto de la encuesta Casen 2011, debido a acusaciones de manipulación de cifras y presiones hacia la Cepal para disminuir los números de la pobreza.

Para el director ejecutivo de la Fundación para la Superación de la Pobreza, Leonardo Moreno, se trata de una buena noticia, pero advirtió que “queremos participar en la elaboración de la propuesta como sociedad civil y queremos dar la mayor celeridad, creemos que esto tiene que ser muy pronto, tratar de que la próxima Casen sea dirigida por el nuevo organismo”.

En este sentido, Moreno indicó que por la pérdida de confiabilidad que generó la reciente encuesta Casen, la nueva institucionalidad debe procurar “ser independiente, autónoma, sus autoridades elegidas por Alta Dirección Pública, ratificadas por el Congreso, con un consejo lo más plural posible y muy técnico”, con el objetivo de “garantizar la transparencia que requieren las cifras sobre pobreza y, en general, todos los datos de información social para el país”.

Cabe recordar que, junto con generar amplia controversia a nivel político, el escándalo por la medición de la pobreza, incluso llegó a ser comentado por el semanario británico The Economist, donde se hizo hincapié en que antes de este hecho, Chile destacaba dentro de América Latina por la imparcialidad de sus estadísticas, uno de los aspectos que lo habría llevado a ser el primer país latinoamericano en convertirse en parte de la OCDE.

Es por ello que  el diputado Fuad Chaín , presidente del Comité para la Superación de la Pobreza de la Cámara Baja, indicó que actualmente no existen las condiciones para que se siga realizando la encuesta, ni siquiera a través del INE, pues el instituto “no tiene ni la especialización, la capacidad  ni la objetividad”, recordando que “ya está siendo cuestionada por cómo se implementó el Censo y cómo se han entregado sus resultados”.

“El llamado urgente es a crear un organismo autónomo especializado que le devuelva la objetividad, la credibilidad y la seriedad a nuestros indicadores, especialmente, un indicador social tan relevante como el de pobreza e indigencia que es el que arroja la encuesta Casen”, aseguro el parlamentario DC.

Si bien el investigador asociado del Centre for New Development Thinking de la Universidad de Chile, Javier González, coincidió en que el  INE “no posee en la actualidad una institucionalidad adecuada, capaz de garantizar autonomía en la elección de metodologías y elaboración de las estadísticas de pobreza”, sostuvo que más que avanzar en la creación de un nuevo organismo “se debe cambiar la normativa que rige la institucionalidad del INE para fortalecerlo y garantizar su independencia”.

Según González “las decisiones del INE  no pueden seguir dependiendo del criterio del Gobierno de turno”, ejemplificando que el Plan Nacional de Recopilación de Estadísticas actualmente debe ser aprobado por el Presidente de la República, “lo que significa que lo que se mide o se deja de medir en nuestra sociedad está a efecto de las preferencias y criterios de la administración de turno”; o que, pese al establecimiento del sistema de Alta Dirección Pública, el director de la institución es designado también por el mandatario.

Por otra parte, también se encuentran los cuestionamientos a las metodologías y el tipo de medición de la pobreza que realiza la encuesta Casen, los que –según coinciden todos los actores- deben modificarse para entregar cifras que sean verosímiles y coherentes a la realidad del país.

Para Leonardo Moreno uno de los factores claves es actualizar el método por el cual se está midiendo la pobreza por ingreso, ya que se está “usando una canasta y una línea de la pobreza que viene desde el año 1988, cuando el consumo de los chilenos era muy distinto al de ahora”.

Asimismo, el diputado Chahín sostuvo que se debe avanzar “en diseñar indicadores sociales mucho más complejos, por ejemplo un indicador multidimensional de la pobreza, no es posible que sigamos midiendo solo en función de los ingresos, la pobreza se refleja en varias dimensiones”.

El experto en Desarrollo Económico y Social, Javier González,  en tanto, propuso una línea de pobreza absoluta “que debiera ser complementada con la utilización de una línea de pobreza relativa, tal como lo hacen la mayoría de los países de la Unión Europea”. De esta manera, “si los ingresos mejoran, pero no se traducen en una mejor distribución del ingreso, la pobreza relativa no experimenta variaciones”.

Por otro lado, el ministro Joaquín Lavín también indicó que el Presidente Sebastián Piñera instruyó a su cartera estudiar la manera de realizar la encuesta Casen todos los años, a diferencia de ahora que se hace cada tres, cuestión que fue bien recibida por los actores consultados, siempre y cuando se haya establecido la nueva institucionalidad primero.