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Seguiremos Quemando Carbón

Columna de opinión por Roberto Meza
Martes 25 de diciembre 2012 21:25 hrs.


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Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), órgano especializado de la OCDE, los bajos precios del carbón y la alta demanda de energía por parte de las economías emergentes podrían propiciar un mayor aumento del uso de ese combustible a nivel mundial, uno de los más contaminantes de la carpeta de energéticos actuales.

La directora de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Maria van der Hoeven, dijo que “el carbón y el gas están en una guerra de precios y el gas está a punto de perderla”, augurando dicho incremento, el que ya se observa en economías como la de China, India y Alemania. Chile, por su parte, también ha aumentado la quema de carbón a casi 30% del total de generación eléctrica en paralelo con la caída en el uso del gas (5%), siendo, junto al petróleo (24%), los únicos que suben su participación en la paleta.

Como se sabe, en términos de calentamiento global, el carbón es una de las fuentes de energía más dañinas. Pero resulta difícil desalentarlo cuando se puede comprar a precios más bajos que el resto de los combustibles. Durante 2011, según la AIE, el carbón se erigió en la fuente energética más importante a escala mundial, después del petróleo, alcanzando a 28% de la demanda de energía total. Los especialistas estiman que su consumo se seguirá intensificando hasta 2017 a un ritmo anual de aproximadamente 500 mil toneladas, incentivado tanto por los precios como por el bajo valor e inestabilidad de los bonos de carbono.

En efecto, el costo de los bonos de carbono -que permiten a una empresa compensar la cantidad de sus emisiones por encima del límite establecido por ley- ha caído de US$ 33 por tonelada a apenas siete y ocho dólares, permitiendo a la industria energética consumir carbón en altas cantidades, pues la compensación es más barata que el costo de cambiar a otro combustible. A esto se suma el fuerte aumento de la demanda de carbón en economías como China e India.

De otro lado, desde hace algunos años, EE.UU. está explotando grandes cantidades de gas de esquisto a un valor relativamente bajo, gracias a nuevas tecnologías de extracción. De allí que la industria norteamericana del carbón, que no puede competir con la del gas, exporte su producto a Europa y otras áreas en cantidades que desplazan al gas como fuente alternativa

Chile, siendo importador neto de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas, que explican más de la mitad de su generación) usa menos de 5% de Energías No Convencionales, aunque, junto a Brasil, es de los países que utiliza más masivamente la generación hidroeléctrica (42% y 80%, respectivamente). Pero las dificultades normativas y sociales que han tenido los proyectos hidro permiten prever que el factor precio seguirá por varios años favoreciendo al carbón, con todos los efectos que acarrea en materia ambiental y climática. Es de esperar que, en este escenario, los generadores térmicos aprovechen los bajos precios de los bonos de carbono para colaborar en la reforestación de nuestras ciudades.

 

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.