Premio Nacional de Historia 2012: “El Estado tiene una alta responsabilidad en lo que ocurre hoy”

En entrevista con Juan Pablo Cárdenas, Jorge Pinto explicó que los últimos hechos acaecidos en la Araucanía deben ser contextualizados en el marco de un conflicto que se arrastra hace siglos, donde el Estado chileno ha socavado los derechos de los mapuches en vez de avanzar hacia una nación pluricultural.

En entrevista con Juan Pablo Cárdenas, Jorge Pinto explicó que los últimos hechos acaecidos en la Araucanía deben ser contextualizados en el marco de un conflicto que se arrastra hace siglos, donde el Estado chileno ha socavado los derechos de los mapuches en vez de avanzar hacia una nación pluricultural.

Mientras continúan sumándose antecedentes y aplicándose medidas que pretenden controlar la violencia en La Araucanía, organizaciones ciudadanas y académicos de la zona han entregado su visión respecto de este conflicto.

En entrevista con Juan Pablo Cárdenas, el Premio Nacional de Historia 2012, Jorge Pinto, afirmó que “lo que ha ocurrido con el matrimonio Luchsinger-Mackay es condenable, sin embargo, necesita ser contextualizado”.

En esa línea, el profesor de la Universidad de la Frontera explicó que “hay un clima de violencia que ha estado presente en la historia de esta región desde la llegada del Estado. Esto no se ha podido resolver en el curso del siglo XX y en lo que llevamos del siglo XXI. Por lo mismo, se da este escenario producto de los atropellos, las injusticias, las expropiaciones de tierra y del empobrecimiento al que el Estado arrastró a la población mapuche”.

En relación a la postura que ha manifestado el Pueblo Mapuche en torno a su relación histórica con el Estado, el doctor en filosofía precisó que “hay distintas posiciones. Siempre hubo grupos que resistieron al invasor y otros que insistieron en el diálogo. Los Parlamentos fueron una muestra de ello. Hubo otros que simplemente se asimilaron y pensaron que la alternativa era involucrarse con el español y después con el Estado. Los que resisten lo hacen con legítimo derecho y tengo la impresión que en el marco de estas tres opciones hay sectores que hoy están manifestando la posición de luchar por la recuperación de sus tierras y sus derechos”.

Esta diversidad de posiciones tiene que convivir además con el sentir del resto de la población de la zona que, al igual que los mapuches, presenta distintas sensibilidades al enfrentar el tema.

“Hay amplios sectores de la comunidad regional que están de acuerdo con la legitimidad de las demandas, pero hay otros grupos que sienten que se les posterga por los beneficios que otorga el Estado. Uno de los graves errores en ese sentido fue no haber construido comunidad regional. El Estado que se propuso formar aquí una nueva chilenidad con el mapuche, el ocupante nacional y el inmigrante extranjero, pero no logró unir a estos grupos y disoció a los mapuche del resto. Hay una sociedad bastante dividida y una identidad que no ha logrado dar con un proyecto colectivo que favorezca tanto a la población indígena como a los ocupantes nacionales mestizos, en su mayoría. Aquí no pasó lo que se dio en el norte grande donde el Estado logró construir una identidad pampina que es pluriclasista y pluriétnica. Aquí no se pudo y eso nos tiene tremendamente complicados”, afirmó el experto en historia social.

Sobre las demandas que tienen los pueblos indígenas de la región, Pinto puntualizó que “además de la tierra, está el tema del reconocimiento y la reparación. El lenguaje que se utilizó en el siglo XIX y que se grabó en la memoria del pueblo mapuche es impresentable. En el Congreso y en la prensa se habló de animales de rapiña, de bárbaros que había que exterminar en beneficio de la humanidad. Eso hirió profundamente al pueblo mapuche. Por eso, está la demanda por reconocimiento y respeto y el derecho que tienen a vivir en un país que debe reconocerse como pluriétnico, pluricultural y plurinacional. En ese sentido, no sólo está el tema de la tierra, sino que de la reparación histórica por el trato que los mapuches recibieron. Y por qué no al derecho que tienen a tener su propia historia, a tener sus autoridades en el marco de su cultura y participar en la comunidad chilena en condiciones de respeto y de consideración a un pueblo que tiene derecho a tener su propia identidad”.

Una experiencia que ya se ha vivido en países como México, Canadá y Australia y que, de hecho, se da también en la mayoría de las naciones latinoamericanas donde existe un reconocimiento constitucional a los pueblos indígenas.

Por lo mismo, el Premio Nacional de Historia cuestionó la estrategia del Gobierno de aumentar el contingente policial en la región, afirmando que esto “podrá aplacar los ánimos durante un tiempo, pero no solucionará el conflicto de ninguna manera. Esta zona ha estado militarizada desde hace varios periodos desde comienzos del siglo XX. Es un lugar muy complejo, que se vio afectado por la intervención del Estado y con mucho respeto digo que el Estado ha tenido una alta cuota de responsabilidad en lo que hoy está ocurriendo”.

Pinto añadió que “si militarizamos la zona, si entregamos armas, si permitimos que la gente se arme y se produzcan vendettas, más temprano que tarde esto se va a agudizar. Lo importante es insistir en el diálogo”.

Finalmente, el académico reconoció que “se han hecho intentos en los últimos años, incluso el gobierno del Presidente Piñera, pero son errados porque se pretende que desde arriba, desde el Estado, se concedan algunos beneficios de carácter asistencialista que no resuelven la situación”.





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