A partir de la próxima semana el comité de primarias de la oposición, que agrupa a la Concertación y al Partido Comunista, pretende integrar a otros colectivos políticos, como el Movimiento Amplio Social, que encabeza el senador ex PS, Alejandro Navarro.

Las conversaciones también incluyen a Revolución Democrática, en el que participa el ex dirigente estudiantil Giorgio Jackson y Fuerza del Norte, del alcalde de Iquique Jorge Soria.

Ante esto, la Concertación espera que el acuerdo parlamentario que levante candidatos en las distintas circunscripciones, se vincule con una eventual candidatura presidencial, según confirmó el secretario general y encargado de primarias del PS, Álvaro Elizalde.

“Cuando planteamos que el acuerdo parlamentario debe estar vinculado con una eventual candidatura presidencial y el programa de un futuro gobierno, es porque se requiere una mayoría parlamentaria que lleve a cabo este proyecto. De lo contrario, no se puede dar un cupo sin estar comprometido con el proyecto país. La lista parlamentaria está vinculada con el desafío presidencial”, declaró.

Esta idea, que se relaciona principalmente con la figura de Michelle Bachelet, fue consultada al Partido Comunista, quienes han insistido en diversas oportunidades que el apoyo a un presidenciable depende del programa que se elabore.

Ante esto el coordinador de Revolución Democrática, Miguel Crispi, señaló que el colectivo si busca construir alianzas, aunque manifestó dudas respecto de ciertos “llamados a la lealtad”.

Crispi apuntó que “aspiramos al poder político, somos realistas. El sistema binominal es una trampa, y tenemos que enfrentarlo con alianzas, esas conversaciones tienen que verse. Esas imposiciones generan menos espacio para construir entendimiento político”.

Por otra parte, otro de los precandidatos independiente que surgió del movimiento estudiantil del 2011, José Ancalao, ex vocero de la Federación Mapuche de Estudiantes, manifestó sus dudas respecto a esta postura y recordó las desconfianzas que Michelle Bachelet y la Concertación genera en el movimiento social.

“Para mí el programa no define todo, sino algunas cosas que calendarizan las políticas públicas a aplicar. El programa marca una cosa y la persona marca otra cosa. Bachelet puede tener un programa muy completo, pero no confiamos en ella. El mundo social tiene la confianza quebrada con la Concertación y Michelle Bachelet porque no cumplió con el movimiento social”, declaró Ancalao.

En otros colectivos de oposición, como el Movimiento Amplio de Izquierda, MAIZ, condenan estos acuerdos y pactos que candidatos independientes sellarían con la Concertación, así lo afirmó el coordinador nacional del MAIZ, Francisco Carreras.

“Los grupos de gente joven se echan treinta años encima, por su interés de tener candidatos parlamentarios y querer participar de las primarias de la Concertación, o tener candidatos fuera de los pactos, tratando de prescindir de pronunciarse del contexto. Es una actitud oportunista, porque hay que pronunciarse si se está con la izquierda o con la Concertación, y aquel que no lo hace está realizando cálculos mezquinos por intereses y no por lo que necesita el país”, declaró.

Por su parte el senador Alejandro Navarro del MAS, valora que se incluya a estos movimientos y calificó como “coherente” discutir una mayoría parlamentaria para realizar los cambios planteados en un programa de gobierno.