“Francia se compromete a llevar a cabo un combate sin cuartel contra el terrorismo… antes de que sea demasiado tarde”, dijo este sábado el ministro de Defensa francés Jean-Yves Le Drian. París comenzó el viernes, a pedido de las autoridades malienses, una intervención militar en el país africano para detener el avance de los combatientes islamistas hacia el sur.
En las primeras horas de esta intervención, los militares malienses con la ayuda de los franceses consiguieron expulsar de la ciudad de Konna, en el centro del país, a los islamistas que desde hace ocho meses controlan la mitad norte de Malí y que intentan ganar posiciones hacia el sur.
El ministro confirmó la muerte del lugarteniente Damien Boiteux, piloto que fue alcanzado por disparos mientras se llevaba a cabo un operativo contra una “columna terrorista” que se dirigía hacia las ciudades de Mopti y Sévaré. Según el Ejército francés, varias decenas de islamistas murieron.
A nivel internacional, París había preparado el terreno al pedir este viernes al Consejo de seguridad de la ONU que acelere la puesta en marcha de la resolución 2085 que autoriza el despliegue de una fuerza internacional en Malí. El gobierno maliense ya ha decretado el estado urgencia en el país y asegura que a parte de las tropas francesas, hay soldados de Senegal y Níger presentes sobre el terreno en el marco de la fuerza de la Comunidad Económica de los Estados de Africa del Oeste (Cedeao).
Por su parte, Estados Unidos, que aprueba la intervención, anunció que podría facilitar inteligencia, cisternas de reabastecimiento en vuelo y otro tipo de apoyo, como drones o aviones no tripulados.