A un año de las demandas establecidas por los ayseninos en el Movimiento Social que puso en jaque al Gobierno de Sebastián Piñera, diversos dirigentes e integrantes de dicho proceso señalaron que “la fuerza, compañerismo y unión lograda en 2012 no pueden quedar en nada”.

Es por eso que ARCA pretende marcar un hito, conmemorar un año desde que se inició la revuelta ciudadana y generar instancias para que las bases tomen acuerdos que se materializarán como ejes, directrices y enfoques para una futura asamblea regional.

La dirigente Verónica Venegas sostuvo que “la idea es utilizar este año para desarrollar canales de comunicación en las comunidades y luego plasmarlas en demandas a nivel global, recalcando la necesidad de generar esta instancia, ya que ha sido exigida por la propia gente”.

“Somos un grupo de personas que hemos estado reuniéndonos y pensando en qué iba a pasar con toda la energía y aprendizaje que hubo en las movilizaciones del año pasado. Lo que pretendemos impulsar es una construcción y reflexión en que las personas, en sus propios ambientes y localidades, puedan empezar a sacar los principales aprendizajes y pensar si queremos continuar este proceso respecto de lo que queremos para Aysén. Queremos confluir en asambleas regionales para que podamos ciertos acuerdos sobre el Aysén que queremos”, explicó.

Asimismo, Carlos Pérez, integrante de ARCA, manifestó que existen muchos temas que la ciudadanía organizada deberá analizar, como la propiedad del agua, la actividad pesquera e incluso abordar conflictos como el caso Tompkins o Patagonia Sin Represas, para a futuro plasmarlo como un manifiesto social.

“Hay mucha inquietud de la gente, que todavía no sabe qué va a pasar con el movimiento social, cuál es futuro, entonces eso es lo que queremos resolver. No vamos a poner un petitorio, sino que queremos hacer un manifiesto, un documento que va a decir lo que queremos. Después van a venir las campañas presidenciales y parlamentarias y nosotros vamos a decir ‘esto es lo que decidió la asamblea regional’”, dijo.

Patricio Rodrigo, miembro de Patagonia Sin Represas y el Consejo por la Defensa de la Patagonia, recalcó por su parte que han adherido a la Asamblea Regional, por cuanto existe una comunión de causas que apuntan a proteger la zona.

De la misma manera, el dirigente consideró que “es un estado de maduración y una superación de las insuficiencias que se dieron en el movimiento social por Aysén, que tuvo impacto nacional, pero que por la manipulación que hizo el Gobierno a través de algunos dirigentes, no logró tener los resultados esperados, como la entrega de la leña, que al final hizo subir el precio en la región”.

“No fueron a los temas de fondo para dotar a la región de Aysén de un estatus de reserva de agua, de vida, o también donde la ciudadanía decida si quiere o no tener represas en su territorio”, concluyó.