Corea del Norte anunció este miércoles que corta el “teléfono rojo” con el ejército surcoreano luego de haber cortado también a mediados de marzo el “teléfono rojo” con el gobierno de ese país. De esta manera las comunicaciones directas tanto entre los dos ejércitos como entre los dos gobiernos quedan interrumpidas.
Según un militar norcoreano citado por la agencia oficial “en una situación en la que una guerra puede estallar en cualquier momento, no es necesario mantener” esas comunicaciones con el ejército surcoreano. La línea estará suspendida “mientras duren las acciones hostiles y anacrónicas del Sur”, agregó la misma fuente.
Esta medida aumenta la tensión luego de que el régimen norcoreano anunciara la víspera que había puesto a su ejército en orden de combate y había ordenado a las unidades de misiles “estratégicos” que estén preparadas para posibles disparos contra el continente de Estados Unidos y las islas de Hawai y Guam, en el Pacífico.
Corea del Norte ya había amenazado el jueves con atacar las bases militares estadounidenses en Japón y Guam para replicar a los vuelos de entrenamiento de los bombarderos estadounidenses B-52 en Corea del Sur.
Poco más tarde, el vocero del Pentágono, George Little, dijo que el gobierno estadounidense informó que había tomado “muy seriamente” las amenazas norcoreanas. “Estamos preocupados por cualquier tipo de amenaza lanzada por los norcoreanos. Tomamos todo lo que ellos dicen muy seriamente. Ellos necesitan dejar de amenazar la paz, con eso no ayudan a nadie”, dijo Little a reporteros.
La tensión en la Península Coreana ha aumentado, después de múltiples amenazas de Corea del Norte de una respuesta armada a las maniobras conjuntas del Sur y Estados Unidos, y a las sanciones de la ONU tras el ensayo nuclear norcoreano del mes pasado.