A pocos metros del Santo Sepulcro y en medio de la tradicional procesión de Viernes Santo por la vía dolorosa de Jerusalén, una congregación de palestinos adscrita al Patriarcado Latino de Jerusalén que participaba en los actos se enfrentó a efectivos de la policía israelí con forcejeos, empujones y puñetazos.
El incidente se produjo en una plaza cercana a la novena estación del via crucis – que recuerda cuando Jesús cayó por tercera vez con la cruz – cuando los palestinos intentaron unirse a la peregrinación y se encontraron con la valla policial. Ahí comenzaron los disturbios que fueron disipados gracias a la intervención de los líderes del grupo religioso palestino, que calmaron los ánimos y consiguieron que los congregados entraran finalmente a la basílica “en medio de los aplausos de los asistentes”, reportó la agencia EFE.
Más allá de este episodio, miles de creyentes participaron en las diversas procesiones – en distintos idiomas y encabezadas por una gran cantidad de parroquias- que se desplazaron por las catorce estaciones de la cruz de la ciudad vieja de Jerusalén. La ceremonia estuvo a cargo, eso sí, del patriarca latino, Fuad Tual, y el custodio franciscano de Tierra Santa, Pierre Battista Pizaballa.