El Servicio de Evaluación Ambiental de Valparaíso aprobó el 23 de abril la construcción de una planta purificadora y procesadora de metales preciosos, a escasos metros de una población y de al menos 6 centros educacionales. El proyecto de la empresa Andean Dragon Limitada ingresó al sistema mediante una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), lo que supone que no hubo participación ciudadana, y que además la autoridad confía en la buena fe del titular que declara que su proyecto no va a provocar daños más allá de lo permitido por la normativa ambiental.
Para las vecinas de Llay llay, que con apoyo del Observatorio de Conflictos Ambientales (OLCA), presentaron hoy el recurso de protección, este proyecto es una amenaza para sus vidas, y no se explican cómo pudo ser aprobado sin que hubiera habido información y debate en el territorio.
“Si una hace un recorrido en los 150 metros que rodearían la planta, se encuentra con que hay 2 liceos, dos escuelas de lenguaje, dos colegios, un hospital… y así lugares centrales para nuestra vida y donde nuestros hijos pasan la mayor parte del tiempo, y eso nos preocupa”, dice Liliana Aspé, una de las recurrentes.
Otra de las cuestiones que se alega en el recurso de protección es que en la DIA no se conoce la proveniencia de los metales que se procesarán, entonces resulta del todo poco serio que se califique como solo molesta esta actividad, y no contaminante, si la autoridad ni siquiera conoce qué tipo de mineral se procesará.
El objetivo de la acción judicial es resguardar el derecho a la vida, a la salud y a un medio ambiente libre de contaminación, considerando además que fueron violadas las garantías constitucionales de igualdad ante la ley y de derecho a la información.
Lucio Cuenca, director de OLCA, señala que “es impresentable que en una zona que ya ha sido afectada por la fundición Chagres de la minera Angloamerican, y que está pronta a ser declarada zona saturada por contaminación, se imponga una fundición para procesar hasta 1500 toneladas de minerales, haciéndole creer a la gente que no será una actividad contaminante, eso es indudablemente una burla a la inteligencia de los vecinos por parte de la empresa, pero sobre todo, una conducta ilegal y arbitraria de parte de la autoridad”.
Mientras la Corte determina si acoge o no esta acción judicial, los vecinos de Llay llay seguirán desarrollando movilizaciones, como una marcha convocada para mañana en la localidad, de modo de difundir e informar a la comunidad sobre los impactos y alcances de esta planta ya aprobada ambientalmente por la autoridad.