La llegada de autos blindados este martes en la madrugada a la plaza Taksim de Estambul causa cierta sorpresa porque la posición de Erdogan parecía ahora menos severa que hace una docena de días cuando comenzaron las manifestaciones. El primer ministro turco había aceptado la víspera recibir este miércoles a representantes de la oposición, la cual sigue exigiendo su renuncia.
El gesto de apaciguamiento de la situación parece ser desmentido por la llegada de policías antidisturbios esta mañana lanzando granadas lacrimógenas y chorros de agua. La plaza es el centro del movimiento de protesta que sacude a Turquía. Las autoridades parecen descartar sin embargo que se trate de un desalojo a la fuerza.
“Nuestra intención es sacar las pancartas y los dibujos de la plaza. No tenemos otro objetivo”, dijo el gobernador de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu,en un mensaje difundido por Twitter. Mutlu, justificó la intervención afirmando que los manifestantes que la ocupaban desde hace doce días mancillaban “la imagen” de Turquía.
La policía, secundada por blindados con cañones de agua, tomaron por asalto las barricadas erigidas por las manifestantes en algunas avenidas que conducen a la plaza, pero no había movimiento hacia el parque Gezi, frente a la plaza, donde decenas de manifestantes han instalado sus carpas.
Erdogan reporta cuatro muertos
Las manifestaciones en Turquía se han cobrado la vida de cuatro personas, tres manifestantes y un policía, declaró este martes el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, quien afirmó que el parque Gezi de Estambul, epicentro de la protesta, no era una “zona de ocupación”.