Los partidarios del ex primer ministro Ibrahim Bubacar Keita, de 68 años de edad, quizá cantaron victoria demasiado pronto: si bien su candidato obtuvo una holgada ventaja en las elecciones presidenciales del domingo pasado frente a su rival Sumaila Cissé (39,2% contra 19,4%), la batalla electoral continuará porque ninguno de los dos alcanzó el 50% de los votos y será necesario un nuevo duelo.

Cisse, de 63 años, enfrentará a Keita en una segunda vuelta prevista para el 11 de agosto. Keita, un cacique de la vida política maliense, y Cisse, ex ministro de Finanzas y ex presidente de la Comisión de la Unión Económica y Monetaria Oesteafricana (UEMOA), eran los candidatos favoritos en estas elecciones.

Teniendo en cuenta que se presentaron 27 candidatos, desde ahora comenzaran las negociaciones con otras formaciones para buscar respaldos. Particularmente solicitado va a estar Dramane Dembélé, de 46 años y candidato del principal partido maliense, la Alianza para la Democracia en Malí (ADEMA), quien quedó tercero con cerca del 9,6% de los votos.

También lo estará el ex primer ministro Modibo Sidibe, quien obtuvo 4,8% de los votos. Tanto Dembélé como Sidibe forman parte del Frente para la Salvaguardia de la democracia y de la República de Malí (FDR) a la que también pertenece Cissé.

Estos resultados confirman que tanto un responsable electoral maliense como los observadores de la Unión Europea y de la Organización Internacional de la Francofonia (OIF) se precipitaron al sugerir que quizá no sería necesario celebrar una segunda vuelta dada la ventaja de Keita. De hecho, los partidarios del ex primer ministro protestaron con vehemencia ante estas afirmaciones.

Los comicios se celebraron seis meses después de la intervención militar francesa en Malí para expulsar a los yihadistas que ocupaban el norte del país y amenazaban con avanzar hacia el sur y con ellas se pretende poner fin a la mayor crisis de la historia reciente del país.