El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, estimó este jueves que sí existen maneras de “reaccionar con fuerza” – exceptuando el envío de tropas terrestres que juzgó “imposible” – a la presunta matanza en Siria cometida la víspera por el régimen. Aunque no precisó cuáles, en cambio fue claro sobre el prerrequisito para emprender tales acciones: “comprobar que se trató de una matanza con armas químicas”.
En este punto, por el momento, es imposible ser categóricos. Un día después del ataque en las cercanías de Damasco, no se ha podido establecer siquiera el número de víctimas. Las cifras que dan las fuentes de la oposición varían entre 136 muertos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que no descarta un número mayor, y las afirmaciones de George Sabra, uno de los jefes de la oposición, quien sostiene que las víctimas mortales se elevan a 1.300.
El régimen sirio negó categóricamente el uso de armas químicas y acusó a la oposición de intentar manipular los hechos. Para defender esta versión, Damasco ha contado de nuevo con el apoyo de su fiel aliado, Moscú, que calificó las acusaciones de “provocación” montada por la oposición contra Damasco. Como era de esperarse, Rusia, pero también China, se opusieron este jueves a una declaración formal del Consejo de Seguridad de la ONU con respecto a una investigación.
El Consejo se limitó a pedir un “esclarecimiento de los hechos” pero sin mencionar una investigación formal. En particular, como habían solicitado numerosos países occidentales, exigir que la decena de inspectores de la ONU que ya se encuentran en Siria fueran autorizados a desplazarse hasta el lugar del ataque, en las cercanías de Damasco. En esa zona, de hecho, prosiguen este jueves violentos combates.
El secretario general adjunto de la ONU, Jan Eliasson, manifestó: “Esperamos que los expertos tendrán la autorización del gobierno para desplazarse hasta ahí aunque por el momento la situación de seguridad no permite este acceso. Por eso es necesario un cese el fuego en esa zona”.
La oposición siria ha difundido videos como prueba de que se trató de un ataque químico. Para Walid al Bounni, miembro de la Coalición Nacional Siria, no hay ninguna duda de que el 21 de agosto se cometió la “matanza del siglo” en su país. Citando las imágenes de los videos, Bounny subraya que las personas que yacen por el suelo no tienen señales de sangre ni de impactos de bala.
Pero algunos expertos consultados por los medios se mostraron incapaces de corroborar las acusaciones sobre el uso de armas químicas basado solamente en las imágenes. De ahí la necesidad de que los inspectores verifiquen en el terreno, lo que muy probablemente no se conseguirá, al menos por el momento, en razón del apoyo de Rusia y China al régimen sirio.