El Presidente estadounidense Barack Obama dijo este sábado que pedirá autorización al Congreso para emprender una acción militar en Siria, atenuando la amenaza de ataques inmediatos contra el régimen de Bashar al Asad.
Eso sí, aclaró que ya tiene tomada la decisión de atacar al país del Medio Oriente. “He decidido que Estados Unidos debería actuar militarmente sobre blancos del régimen sirio” y “está listo a atacar cuando lo decidamos”, dijo Obama.
Esto retrasa el lanzamiento de una operación militar que hasta el sábado parecía inminente y abre un período de incertidumbre sobre lo que pueda decidir el Congreso. Obama podría gozar de un voto de confianza en el Senado, controlado por su partido Demócrata, pero es imposible prever el voto de la cámara de Diputados, controlado por la oposición del partido Republicano.
En su discurso, Obama explicó que su país tiene recursos preparados en la región y que todo está listo para un ataque si éste se decide.
En cuanto a la investigación sobre la utilización de armas químicas que lleva a cabo la ONU, el mandatario estadounidense había dicho el viernes que no esperaba “nada nuevo” y que contaba con las pruebas necesarias que comprometían al régimen sirio. Pero este sábado fue categórico en su llamado a la acción.
“Nuestras informaciones revelan que Asad es el responsable del ataque químico sobre Damasco. Más de mil personas fueron asesinadas, gaseadas hasta la muerte por su propio Gobierno. Este asalto es un ataque a la dignidad humana y pone en peligro nuestra seguridad y nuestros aliados”, expresó el Mandatario.
En la misma línea dijo enfáticamente que “yo ya he tomado la decisión, pero considero que nuestro poder radica también en nuestro ejemplo de democracia, por eso pediré autorización al Congreso. Estoy totalmente de acuerdo con los líderes del Congreso que han pedido un voto para expresar su opinión sobre el ataque”.
Barack Obama aseguró que el ataque será contenido en duración y objetivos, además dijo que el Ejército aseguró que están listos para atacar.
Para Obama, lo ocurrido en Damasco el 21 de agosto fue “el peor ataque con armas químicas en el siglo XXI”. Obama ya había explicado que una respuesta militar “limitada” y sin tropas terrestres es la respuesta adecuada para un ataque que, de acuerdo con una estimación del gobierno estadounidense, dejó más de 1.400 muertos, incluyendo 426 niños, y es responsabilidad del gobierno sirio, aunque éste la niega.