El sector público espera un proceso de negociaciones realizado con celeridad, que concluya antes de las elecciones presidenciales y parlamentarias que se realizarán el mes de noviembre.
Esto, para evitar que la contingencia eleccionaria “ensucie” el diálogo que se realizará, politizándose o quedando propenso a la banalización del debate.
Según el presidente de la Confederación de Trabajadores de la Salud Municipalizada (Confusam), Esteban Maturana, no tiene sentido negociar durante las elecciones.
En este sentido, el dirigente de la salud primaria indicó que “tenemos la convicción formada que negociar después de las elecciones carece totalmente de sentido, por eso nos parece importante instalar la mesa para trabajar a contar de la última semana de septiembre o los primeros días de octubre. Nosotros esperamos construir un acuerdo en torno a temas económicos y otras materias que tienen que ver con condiciones generales de trabajo, apunta a resolver temas de igualdad de oportunidades, temas para evitar el acoso laboral y otro tipo de cosas, pero son temas que tienen que estar definidos dentro de un petitorio”.
Maturana asegura que lo más importante es lo económico, por lo que pidió que el Gobierno y el Parlamento “sean tan generosos como se fue en el salario mínimo” donde se consiguió un reajuste nominal del 8,8%.
El dirigente de los funcionarios de la salud agregó que no es probable conseguir un aumento de la remuneración de dos dígitos, y agregó que espera que no se crucen las negociaciones con las movilizaciones dadas en algunos gremios del sector, como el caso del Registro Civil.
Para el presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), Raúl de la Puente, los paros en Aduanas, Gendarmería y en el Registro Civil, configuraron un mal clima previo al envío de una propuesta al ministerio de Hacienda.
En esa línea, el líder de los empleados estatales explicó que “no es bueno que se inicien conversaciones con estas características en un momento en que probablemente la última semana de septiembre vamos a presentar nuestra demanda de reajuste al ministerio de Hacienda y esperamos que en el mes de octubre empecemos las negociaciones. Ha sido dificultoso el tema del Registro Civil, que yo creo ha sido una falta de impericia, es decir, ha sido por una impericia y una falta de liderazgo de parte de las autoridades de Justicia en manejar este conflicto”.
Por su parte, el coordinador de la mesa del sector público de la CUT, Carlos Insunza, dijo que el Gobierno ha mostrado una mala gestión; ante lo que reivindicó la movilización como medida de presión de los trabajadores.
Por esto, el dirigente de la CUT y coordinador para este proceso de negociación con el Gobierno señaló que “lo que el Gobierno está buscando instalar es una ausencia de diálogo, una falta de capacidad de negociación que a nosotros nos parece preocupante. Nosotros esperamos que tal como lo vimos el año pasado este año el Gobierno comprenda que ese es el camino que debe transitar. La movilización siempre es parte de las alternativas que las organizaciones utilizan para hacer avanzar el pliego, ésta es la negociación colectiva más grande de nuestro país que involucra a 600 mil trabajadores y que pone un énfasis particular en los temas laborales y es una señal general para el mundo del trabajo”.
Insunza agregó que el petitorio aún está en discusión al interior de las organizaciones que integran la mesa y esta semana podría darse a conocer el pliego definitivo.