La nula autocrítica de la Armada ante las torturas y el homicidio del que fue víctima el sacerdote Miguel Woodward sobre el buque Escuela Esmeralda en 1973, movilizó a un grupo de manifestantes que este domingo llegaron al muelle Prat en Valparaíso a mostrar su descontento, cuando se realizaba el viaje número 58 del Buque Escuela Esmeralda.
Ante esto, el zarpe que estaba presupuestado para las 12 del día se adelantó para las 10 de la mañana, lo que Agrupación de Amigos de Miguel Woodward rechazó tajantemente, ya que con ello se interrumpió un rito cuando, al mediodía se cumplían los cuarenta años de la muerte del sacerdote chileno-británico quien, luego de encabezar una importante labor religiosa y social en la capital de la Quinta Región fue detenido y finalmente falleció en la Esmeralda.
Sobre esto se refirió el presidente de la organización, Javier Rodríguez, quien indicó que “nos parece vergonzoso que la Armada demuestre una vez más que no está por la reconciliación, por entregar antecedentes. Que zarpe dos horas antes para evitar funa, sabiendo que somos pacíficos, nos parece irrisorio pero triste. Arrancaron como ratas, y fue peor, porque de todos modos hicimos el acto de homenaje”.
Rodríguez indicó que con esto, las Fuerzas Armadas siguen sin dar señales positivas y esconden información sobre su muerte. El caso que investiga los detalles de su deceso comenzó el año 2000 y aún no finaliza. Por ahora se está absolviendo a los altos mandos y procesando sólo a los directos responsables, con lo que quedan abiertas una serie de interrogantes.
En este contexto este martes a las 11 de la mañana en Colegio de Periodistas, los familiares del sacerdote presentarán una recopilación de los detalles del caso titulada: “Memoria, una historia inacabada. La búsqueda de la Verdad y Justicia”.
Patricia Woodward, hermana de Miguel y una de las autoras del texto junto con su marido Fred Bennett, se refirió a la finalidad de esta presentación: “Se trata de nuestra experiencia, lo que hemos visto en los fallos del sistema judicial, desde la Armada, los cambios que se hicieron. Exigimos a los futuros gobiernos un cambio para el sistema judicial y la Armada”.
Vale señalar que en este documento se muestra en detalle los pasos y las complejidades del juicio y se modifica la reconstrucción que se había hecho de la historia, donde se suponía que el sacerdote había sido detenido y llevado al buque. Ahora, se sabe que primero lo condujeron a la Universidad Federico Santa María y fue torturado en la piscina del establecimiento, luego fue traslado a la Academia de Guerra Naval de Valparaíso, donde siguieron los vejámenes y finalmente lo llevaron al Buque Escuela Esmeralda, donde falleció.