Este sábado, un terremoto de magnitud 6,8 grados en la escala de Richter sacudió la provincia paquistaní de Baluchistán, 4 días después de que otro sismo dejara 350 muertos y destruyera pueblos enteros.
El nuevo temblor se produjo a 14 kilómetros de profundidad en un punto situado a 96 kilómetros al norte del distrito de Awarán, a las 12:34 horas locales, informó el instituto geofísico de Estados Unidos (USGS).
La región de Awarán fue la zona más afectada por el terremoto de magnitud 7,8 registrado el martes.
El director del Centro Nacional de Vigilancia Sísmica de Pakistán, Zahid Rafi, afirmó que “no es una réplica, sino un nuevo sismo” y cifró por su parte la magnitud de este último temblor en 7,2 grados en la escala de Richter.
El temblor de este sábado hizo que los pacientes del hospital de Awarán heridos el martes salieran precipitadamente del edificio.
“Por el momento no tenemos constancia de muertos”, declaró Jan Mohammad Buledi, portavoz del Gobierno de Baluchistán, la provincia más pobre de Pakistán pese a sus importantes yacimientos de oro, zinc y cobre, y a sus reservas de gas natural.
El movimiento telúrico se percibió en Karachi, en el sur de Pakistán, y en Quetta, capital provincial de Baluchistán, pese a que las dos zonas se encuentran a cientos de kilómetros del epicentro del sismo.
