Como una señal política de que el proyecto está “complicado” recibieron distintas organizaciones la decisión de la minera canadiense Barrick Gold de suspender temporalmente las labores de construcción del controvertido proyecto Pascua Lama.
La determinación fue anunciada por un comunicado del presidente de la compañía, Jamie Sokalsky, quien explicó que “en este momento, el curso prudente es disminuir temporalmente la construcción del proyecto, pero naturalmente mantendremos nuestra opción de retomar el ritmo de la construcción y finalizar el proyecto cuando hayan sido logradas mejorías a sus actuales desafíos”.
Asimismo, la firma indicó que la decisión se vincula con un amplio plan para reducir costos y eliminar 1.850 puestos de trabajo en sus distintas operaciones internacionales. Esto, justo cuando se dan a conocer también los negativos resultados financieros que tuvo en el tercer trimestre del año.
Eduardo Flores, vicepresidente de Pascua Lama, agregó que la decisión otorgará “más tiempo para resolver los asuntos legales y regulatorios pendientes en Chile”.
Cabe recordar que, a fines de septiembre, la Corte Suprema paralizó el proyecto y estableció una serie de condiciones para permitir su reactivación. Paralelamente, en la noche del miércoles los funcionarios sindicalizados de la empresa aprobaron una huelga legal, luego de no llegar a acuerdo en su negociación colectiva.
De acuerdo a la directora ejecutiva de la Fundación Terram, Flavia Liberona, la decisión “es una primera señal política de que el proyecto, desde el punto de vista de la compañía, está complicado, pese a todas las facilidades que tiene en el ámbito de la legislación ambiental chilena, en el Tratado Minero Binacional y con el apoyo de los gobiernos de la Concertación y el actual. Esa es la señal que hay que entender y hay que esperar el desenlace, tanto en los tribunales de justicia como en lo que venga después. Nosotros interpretamos que el proyecto está complicado y es probable que no se materialice, pero eso no es algo que ocurre de un minuto a otro. Son procesos con negociaciones muy largas y poco conocidas por la ciudadanía”.
Flavia Liberona recordó que otros conflictos ambientales, como el de Agrosúper en Freirina y el de Celco en Valdivia, también registraron suspensiones temporales que luego tuvieron consecuencias definitivas.
En esto coincidió el periodista Javier Karmy, coautor del libro Pascua Lama: Conflicto armado a nuestras espaldas, quien lamentó además que “en realidad, este anuncio de Barrick tiene que ver con problemas económicos que está sufriendo la propia empresa. El país no debería estar sujeto a una decisión arbitraria de la empresa sobre si hace o no el proyecto. Si ésta hizo promesas e incumplió los acuerdos, el proyecto debería cerrarse. Recordemos que Pascua Lama partió con 950 millones de dólares y hoy tiene una inversión de casi nueve mil millones de dólares. El Estado ve pasar esos millones como si no fuera nada, pero las autoridades deberían tener la fiscalización como primera prioridad”, afirmó.
Las organizaciones del Valle del Huasco apuntan a que la autorización ambiental de Pascua Lama sea definitivamente cancelada. Juan Carlos Labrín, vocero del movimiento SOS Huasco, dijo que “esto es una nueva escaramuza y el objetivo central de las organizaciones es que se le revoque el permiso a la minera, que se vaya definitiva y no temporalmente. Además, que se avance en la derogación del código minero, en una ley de protección de glaciares y abogamos, con otras organizaciones del norte y sur del país, por la recuperación y defensa del agua también”.
Las organizaciones que se oponen a Pascua Lama convocaron para una manifestación que se realizará a las 10:30 horas del próximo sábado 9 de noviembre en Vallenar.