Con una gran expectación nacional e internacional se hizo la entrega de los resultados del peritaje realizado por el Servicio Médico Legal, profesionales de la Universidad de Chile y peritos extranjeros, a los restos del premio Nobel de literatura, quien falleció el 23 de septiembre de 1973, en la clínica Santa María, 12 días después del golpe Militar.
El Director del SML, Patricio Bustos, leyó las conclusiones del informe que confirmó a través de distintas técnicas la presencia de lesiones metastasicas diseminadas en varios de los segmentos del esqueleto, lo que corresponde con el cáncer de próstata por el que estaba siendo tratado en dicho establecimiento.
“Los análisis toxicológicos efectuados en los restos óseos del señor Pablo Neruda acreditan la presencia de sustancias derivadas de productos farmacéuticos para el tratamiento de enfermedades cancerosas, específicamente de cáncer de próstata, que eran empleados en la época en la que se produjo el fallecimiento. No se han encontrado agentes clínicos relevantes que pudieran relacionarse con el desenlace de la muerte del señor Pablo Neruda. No se ha encontrado evidencia forense alguna que permita establecer una etiología médico legal por causas no naturales en la muerte del señor Pablo Neruda”, expresó Bustos.
Los especialistas extranjeros reconocieron la dificultad de realizar estos estudios a un cuerpo de tan larga data y expuesto a la salinidad marina, pero afirmaron que se pudo responder con éxito las diligencias solicitadas. En ese contexto, el perito español Paco Echeverría indicó que esta es una verdad técnica, sometida a contraste y la crítica.
Hay que recordar que la pericia que acredita la identidad del cuerpo analizado no se ha entregado aún, por lo que podría no corresponder a Pablo Neruda. Además, estos son resultados de un peritaje químico, no biológico, lo que es relevante ya que componentes como el gas sarín o la toxina butolínica desaparecen rápidamente del organismo.
Con todos estos antecedentes es que el ministro Mario Carroza, quien conduce la investigación indicó que, con la información disponible, no se puede afirmar que Pablo Neruda no fue asesinado.
“En este minuto no, judicialmente, el juez jamás da algo tan categórico porque es necesario tener todos los antecedentes y en este minuto no sabemos si los tenemos o no. Hay que analizar el informe, hay que ver si falta otro antecedente más y después será más adelante cuando uno podrá emitir un juicio de ese tipo. Si son necesarias nuevas pericias se van a hacer, en el tiempo que sea necesario”, afirmó.
El abogado de la familia, Eduardo Contreras, indicó que restan una serie de datos en la investigación y que se debe distinguir las operaciones médicas cuya eficiencia están en duda.
Otra cosa es el “mérito del proceso”, apuntando a otros elementos en el análisis para sostener la tesis del asesinato del poeta.
“El mérito del proceso nos tiene a todos, quienes tengan un dedo de frente, convencidos de que Neruda sí fue asesinado. ¿Por qué? ¿A razón de qué el doctor Draper se inventa un doctor Price que no existe? ¿Por qué el mismo día lunes 24 de septiembre de 1973, la misma fuente indicó tres causas de muerte? Infección urinaria, cáncer prostático y paro cardiaco, de eso murió Neruda. ¿No le llama la atención a nadie? ¿No les llama la atención que los mismos médicos y enfermeras que atendieron a Neruda en la misma clínica Santa María y en el mismo piso cuarto, años después hayan sido procesados como asesinos del ex presidente Eduardo Frei?”, cuestionó.
El jurista afirmó que “el Caso Neruda no se cierra hoy día” e indicó que junto a los familiares analizarán cuáles son las próximas acciones a tomar, entre ellas se evalúan informes bactereológicos.
Por su parte, el sobrino del poeta, el abogado Rodolfo Reyes, indicó que no hay la menor duda de que se interfirió en su muerte y añadió “aquí comienza la segunda parte de la investigación”. En esa línea, hizo un llamado a los profesionales de la clínica y todo aquel que pudiera tener información a entregarla, ya que el país requiere una certeza después de 40 años de la muerte del poeta.