Mucho oímos hablar del sistema binominal y sus efectos, pero más allá de las opiniones que se tengan del sistema político que hoy nos rige, a partir de marzo de 2014 nuevas caras –electas a través de la cuestionada fórmula- compondrán el Senado y la Cámara de Diputados.
En números y según la información oficial obtenida desde el Servicio Electoral, con casi la totalidad de las mesas escrutadas, la Nueva Mayoría alcanzó el 50,64% de los votos, versus el 37,99% alcanzado por la Alianza a nivel senatorial.
En la actualidad, treinta y ocho son los legisladores que componen la Cámara Alta, de ellos, y hasta marzo de 2014, veinte pertenecen a la Concertación, 16 a la Alianza y dos son representantes independientes. Con las elecciones del pasado domingo, que permitieron que las regiones pares y la Metropolitana escogieran nuevos representantes, la configuración será de un independiente, producto de que Carlos Cantero perdió su cupo, manteniendo los dieciséis escaños de la Alianza, pero ganando uno la Nueva Mayoría, que queda en 21.
La Cámara Baja, en tanto, debía renovar todos sus cupos. De los 128 diputados en ejercicio, 57 pertenecían a la Concertación, mientras que 55 representaban a la Alianza.
Con las nuevas caras que entran al parlamento, y producto de los 11 doblajes del Pacto Nueva Mayoría, el pacto también alcanza la mayoría simple en la Cámara, donde suma 11 nombres llegando a los 68, en detrimento de los 48 con los que queda la Alianza, conglomerado que pierde 8 representantes.
En tanto, los independientes y regionalistas independientes (PRI), que antes sumaban ocho parlamentarios, quedan representados por tres diputados.
Con la mayoría simple en las dos Cámaras, algunas reformas se pueden alcanzar sin llegar a acuerdo con otros sectores. Sin embargo, para aquellas como el cambio al sistema binominal, no es suficiente con el número alcanzado, según explicó el analista y abogado, Sergio Micco.
“Nada menos que hacer la reforma tributaria, las reformas laborales como negociación colectiva, sindicalización obligatoria con desafiliación voluntaria, acabar con la posibilidad de reemplazar a los trabajadores en medio de una huelga, la ley de presupuesto. Ahora, lo que no puede hacer son reformas constitucionales, porque para ellas se requieren 80 diputados y 26 senadores”, detalló el abogado.
Producto de la necesidad de alcanzar quorum para estas otras reformas, el cientista político Cristobal Bellolio advirtió de la real posibilidad de que se vean acuerdos con la bancada de Renovación Nacional, partido que salió fortalecido en ambos hemiciclos.
Los grandes perdedores
Al realizar un análisis partidario, la Unión Demócrata Independiente y la Democracia Cristiana aparecen como los dos grandes perdedores de la jornada.
En el caso de los primeros, en el Senado mantienen sus ocho representantes, pero pierden a manos de Renovación Nacional sus dos cartas en Santiago, por lo que no tienen representación en la capital. La DC, por su parte, baja de nueve a seis senadores, perdiendo nombres emblemáticos como Mariano Ruiz Esquide y Eduardo Frei, que no se repostularon, además de Hosaín Sabag y Soledad Alvear, esta última incapaz de derrotar a su compañero de lista, el PS Carlos Montes.
En los diputados, ambos partidos bajan su representación, situación que en general (es decir, ambas Cámaras) es analizada por Sergio Micco. “La Democracia Cristiana estaba sobrerrepresentada en el Senado, dicho eso cuantitativo, en lo cualitativo hay una grave crisis de identidad y de convivencia. Con respecto de la UDI, ellos estaban completamente sobrerrepresentados, producto del acuerdo al que llegaron con RN para apoyar la campaña presidencial de Sebastián Piñera, ahora hay un ajuste de eso. En el caso del Senado, acá en Santiago, obviamente que la derrota de Golborne es muy dura, pero también demuestra que en liderazgo de la derecha, personas más críticas a lo que representa el liderazgo de la derecha, salieron electas”, apuntó.
Bellolio coincide con la apreciación respecto de la UDI, y lo mal que le fue en las elecciones. Para el analista, el trinfo de Allamand y Ossandón, representa una pequeña victoria de Carlos Larraín sobre Sebastián Piñera, en tanto sus liderazgos –sobre todo por Ossandón- quedan posicionados en la Cámara.
El logro de los dirigentes estudiantiles
La situación que logra captar el interés de diversos analistas es la alta votación con la que fueron elegidos cuatro de los cinco dirigentes estudiantiles que se presentaban al parlamento. Camila Vallejo y Karol Cariola del PC, Giorgio Jackson de Revolución Democrática y el representante de la Izquierda Autónoma, Gabriel Boric, que sumado al triunfo del dirigente social Iván Fuentes, traduce el triunfo de la calle en las urnas, apuntó Bellolio.
“Los verdaderos adversarios, los que le pusieron la pista peluda al presidente Piñera fueron los dirigentes del movimiento estudiantil y social, que son los que ayer obtuvieron grandes mayorías. La segunda conclusión que yo sacaría es que Bachelet tenía razón esta vez en la decisión de incorporar a la fuerza del movimiento estudiantil a este gran paragua llamado Nueva Mayoría, porque se dio cuenta que la ecuación entre su popularidad personal, más la adhesión que los chilenos tenían a este movimiento social, era la combinación letal, grito y plata”, señaló.
Sin embargo, y pese a las ideas transformadoras que algunos de ellos defienden, el analista sitúa la labor parlamentaria en un escenario diferente, en la que la Nueva Mayoría deberá negociar, contener y transar con los representantes.
Pocas son las opciones que entrega el sistema binominal en torno a la elección directa de quienes se representan. No es casual que los independientes hayan perdido números en ambas Cámaras, situación que se revierte sólo en Magallanes, realidad que en entrevista con Juan Pablo Cárdenas analizó la cientista Marcela Ríos.
“Punta Arenas nuevamente muestra que es uno de los lugares donde se logra romper el binominal, por los independientes fuera de pactos. Es una zona donde los electores están muy poco aliados con las dos coaliciones que dominan la política nacional”, explicó la analista.
De esta forma, y con el 99.92% de las mesas escrutadas, las elecciones de diputados y senadores nos revelan que, en el Senado, 21 nombres representarán a la Nueva Mayoría, 16 a la Alianza y 1 independiente.
En tanto en la Cámara Baja, 68 corresponderán al pacto que apoya a Michelle Bachelet, 48 defenderán las ideas de la Alianza, mientras 3 independientes y un representante del Pacto “Si tú quieres Chile cambia” completan los 128 nombres.