Informe FAO: Chile superó el hambre pero lidera índices de obesidad

Según la FAO, América Latina y el Caribe están logrando una de las metas más importantes que han señalado las organizaciones internacionales: la erradicación del hambre y la subalimentación. Chile lidera los buenos índices en la materia, pero al mismo tiempo encabeza el negativo ranking de la que parece ser la enfermedad nutricional del próximo ciclo, la obesidad.

Según la FAO, América Latina y el Caribe están logrando una de las metas más importantes que han señalado las organizaciones internacionales: la erradicación del hambre y la subalimentación. Chile lidera los buenos índices en la materia, pero al mismo tiempo encabeza el negativo ranking de la que parece ser la enfermedad nutricional del próximo ciclo, la obesidad.

El reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas Para la Alimentación y la Agricultura (FAO) exhibe un titular positivo, ya que según el estudio las políticas públicas recomendadas redujeron a la mitad la población con hambre en los últimos 20 años.

El Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2013 señala que el porcentaje de personas con hambre de principios de la década de los ‘90 cayó de un 14,7 a un 7,9% este año. Asimismo, la desnutrición crónica infantil se redujo en un porcentaje similar.

América Latina y el Caribe es la región que mayores avances presenta a nivel mundial, quedando a un paso de cumplir lo que se conoce como el objetivo del milenio, es decir la erradicación total de la subalimentación.

Sin embargo, Adoniram Sanches, oficial de políticas de la FAO lamentó que la principal causa de la subalimentación sea el acceso a la comida.

“Hay un excedente de calorías en nuestra región, el problema es el acceso. Si a un pobre chileno se le entrega un dólar, tres dólares, él va a ir a la esquina a comprar alimento, separo el análisis que algunos plantean que el problema en la región es de posesión, no, tenemos un problema de acceso. Es por eso que la lógica de los gobiernos debe estar alrededor de esas políticas que permiten el acceso”, detalló.

Chile está en el grupo de países que ya ha logrado la eliminación del hambre, es decir, su prevalencia es inferior a un 5%, según los estándares FAO. Sin embargo lidera los índices de lo que viene a ser el próximo foco de atención de las organizaciones, la obesidad.

En Sudamérica, Chile está en el segundo lugar junto a Argentina en la presencia de adultos con obesidad (29%), mientras que también muestra una alta prevalencia de sobrepeso infantil, el que alcanza un 9,5%.

Tanto la subalimentación y la desnutrición como la obesidad y el sobrepeso llamaron la atención de los expertos de la FAO en cuanto a la importancia de la desigualdad de como factor transversal de incidencia en estos problemas.

Esto lo explicó la consultora en nutrición de FAO, María José Coloma.

“Las poblaciones con menos años de educación y con menos acceso económico son las poblaciones más obesas. Al haber más desigualdad en educación, en salud, esto está relacionado con la obesidad. Muchas veces los alimentos o los productos ultraprocesados son muy baratos, por lo tanto, las poblaciones más vulnerables, que tienen poca capacidad económica acceden a estos productos”, expuso la experta.

Considerando que América Latina y el Caribe se presentan como la región más desigual del mundo, los altos funcionarios plantean iniciativas de doble vía, es decir políticas de corto y largo plazo.

Eve Crowley, representante regional adjunta para América Latina y el Caribe de la organización, dijo que ambos campos de trabajo son importantes, pero relevó la necesidad de encontrar nuevos sistemas alimentarios.

“Para nosotros son cosas que van juntos, uno no puede dejar el corto plazo porque la gente se muere, pero al otro lado, en largo plazo es esencial, no se puede pensar en solución sin considerar medidas a largo plazo, no solamente en el área de la producción, también en educación, conocimiento nutricional y buscar mejores sistemas alimentarios. Esto no es fácil y es nuestro nuevo dilema” explicó.

Además, en lo inmediato se proponen las llamadas transferencias condicionadas, que en Chile se han conocido como los programas de ingreso solidario; mientras que a largo aliento se incentivan políticas educativas como Elige Vivir Sano y la mejora del trabajo rural, entre otras medidas.





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