¿Quiere que Cataluña sea un Estado? ¿Quiere que ese Estado sea independiente? Esas son las dos preguntas que deberían responder los catalanes si se realiza la consulta independentista, promovida para el 9 de noviembre de 2014.

Esta fórmula busca decidir si Cataluña mantiene su estatus actual, si se independiza de España o logra mayores niveles de autogobierno sin separarse del Reino.

Esta iniciativa es considerada abiertamente inconstitucional por el gobierno nacional, por lo mismo el Presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, del derechista Partido Popular (PP), es tajante en decir que la consulta no se realizará.

Al cerrar la convención de su partido, el mandatario conservador recordó que España es el estado más antiguo de Europa y por lo mismo preservará su integridad.

“Lo que sea España es una decisión que no corresponde ni al presidente del gobierno, ni a ningún partido, ni siquiera a ningún parlamento, corresponde a todos los españoles, que son quienes tienen la soberanía nacional”, expresó públicamente.

El rechazo es transversal. Incluso el opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se opone tajantemente a que esta comunidad autónoma tenga el derecho a la autodeterminación, como expresó su líder Alfredo Pérez Rubalcaba.

“Tenemos un proyecto que es actualizar nuestra Constitución con acuerdo para dotarnos de las mejores normas de convivencia, para avanzar en un Estado federal que es federal, socialista y social. Nosotros tenemos también planteamientos muy claros y si alguien nos viene con el derecho de la autodeterminación, tenemos que decir rotundamente no, no ahora y no siempre, no y no”, enfatizó el líder socialista.

Ignacio Fernández, secretario general de Comisiones Obreras, una de las principales multisindicales españolas, llamó a las autoridades políticas a discutir sobre la necesidad de cambiar la Constitución, otorgando derechos reales a las comunidades autónomas.

“España necesita revisar su Constitución y ver si otro encaje de modelo territorial es posible, yo creo que sí. Este es un país plural, plurinacional, que necesita definirse en la Constitución, en mi opinión como un Estado Federal”, dijo.

El analista internacional Guillermo Holzmann aseguró a Radio Universidad de Chile que el rechazo de los principales partidos españoles a las pretensiones de algunos sectores catalanes de independizarse se debe a que sería un precedente muy peligroso para ese país y para Europa en general.

A juicio de este experto, lo que en realidad buscan las autoridades catalanas es que el gobierno español les entregue mayores facultades para administrar los recursos que ellos producen, puesto que esa región entrega el 18% del producto interno bruto de todo el reino.

Según Guillermo Holzmann, es lógico que la Unión Europea completa rechace las ideas secesionistas y agregó que en el entendido que Cataluña, aceptó libremente integrar el estado español, no debería exigir ahora el derecho a la autodeterminación de los pueblos.

Esta posición difiere totalmente de la tomada por los países de la organización para el tratado del Atlántica Norte, OTAN, de la que España es parte, quienes en el conflicto de los Balcanes, durante los años 90, respaldaron militarmente luchas separatistas.

Cataluña es una de las nacionalidades fundadoras del reino español y además de ser económicamente fundamental para el país, cuanta con una lengua y cultura propia, proscritas durante la dictadura franquista.