Los estados afectados son Espirito Santo y Minas Gerais, en el sudeste del país, donde los servicios de salvamento trabajan a destajo para conseguir llegar a las comunidades que han quedado completamente inundadas por las lluvias que han caído en las últimas dos semanas.
Se trata de las peores lluvias vistas en los últimos 90 años en Espirito Santo donde el saldo de muertos asciende a 27 y el de evacuados supera los 60.000. El vecino estado de Minas Gerais cuenta ya con 17 fallecidos y 4.000 desplazados.
La presidenta brasileña Dilma Rousseff anunció que interrumpe sus vacaciones en el estado de Bahí, en el noreste para vistiar las zonas afectadas. Ya el martes, Rousseff estuvo sobrevolando las áeras inundadas en Espirito Santo.
En las últimas horas, el agua ha dado una tregua pero el acceso a ciertas zonas es por ahora imposible ya que muchas carreteras quedaron completamente destruidas o inundadas.