Desde hace algunos días escuchamos como arquitectos, urbanistas, y defensores de la ciudad se manifiestan contrarios al cambio en la planificación urbana.

La construcción de barrios, comunas y ciudades se desprende de un análisis que las autoridades hacen sobre las características de ese lugar. Hasta hace algunos años, eran los municipios los encargados de su distribución a través del plan regulador comunal, pero la falta de definición de tamaños y la dificultad de ajustar estos documentos a nuevos tipos de equipamiento, traspasaron la responsabilidad al Minvu.

Hasta el 12 de diciembre pasado, el ministerio de Vivienda y Urbanismo restringía las ubicaciones de edificios de equipamientos como centros comerciales, hospitales, estadios, etc. Disponiendo que estas debían ubicarse en una avenida, de modo de no interferir con el entorno que no disponía de accesos para su instalación.

Hoy eso cambió, así lo explican el decano de la Universidad de Chile, Leopoldo Prat, y el presidente del colegio de Arquitectos de Chile, Sebastián Gray. En conversación con la periodista Paula Campos, los expertos cuestionaron el cambio a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, que permitirá ubicar estas mega construcciones en pequeñas vías, tan sólo con la condición de estar a un máximo de 300 metros de una avenida principal.

Los trastornos que esto puede ocasionar, son analizados por el académico de nuestra casa de estudios.

“Esta modificación a la normativa permitiría que en barrios residenciales, a trescientos metros de las vías importantes se pueda construir edificios que por su tamaño no están en la mejor ubicación. Ese es nuestro temor, que barrios consolidados, por un interés especulador se transformen y destruyan”, señaló.

A juicio del presidente del Colegio de Arquitectos, es importante aprender de las experiencias. Por ello, el mercado no puede, ni debe controlar el desarrollo de las ciudades.

“Bajo la premisa falaz, sobre todo en lo que significa desarrollo urbano, que el negocio inmobiliario se regula solo, eso sabemos –por experiencia propia y dolorosa en ciudades chilenas- que no es cierto. La codicia no se regula sola, por lo tanto, los cuerpos normativos tienen que prever y defender el destino de las ciudades, al mismo tiempo –porque no lo vamos a negar- que se promueve el mejor negocio inmobiliario posible”, acotó el experto.

Para los expertos, más allá de la propia modificación, es necesario repensar a nivel país el desarrollo, donde diferentes disciplinas interactúen con el fin de desarrollar, de la mejor forma posible, una ciudad.