Las negociaciones apuntaban a que el economista Pablo García sería el reemplazante de Manuel Marfán en el puesto de consejero del Banco Central. Y si bien en algún momento hubo dudas sobre el apoyo que darían los senadores de la Nueva Mayoría, finalmente la votación fue favorable para el candidato propuesto por el Gobierno, luego de superar las diferencias con el Partido Socialista.
Durante la votación en Sala, el senador del PPD Ricardo Lagos Weber aclaró la compleja situación que se produjo durante estas últimas semanas, apuntando al consenso cuando se trata de este tipo de designaciones, además de asegurar que en ningún caso se trata de un cuoteo político.
“Creo que este proceso de nombramiento de consejero del Banco Central ha sido, por lo menos, ripioso. El proceso de consulta no fue el adecuado a la hora de la toma de decisiones. ¿Esto es cuoteo?, no, acá lo que hay es un cuerpo colegiado de consejeros y economistas que tomas decisiones muy importantes, que es autónomo y de lo que se trata es preservar las distintas visiones que hay en la sociedad chilena, en temas tan áridos, pero importantes como la economía”, sostuvo.
Pero el reemplazo de Manuel Marfán, quien cumplió su periodo de diez años en el cargo, no sólo ha generado desacuerdos en torno a esta designación en particular. También lo ha hecho respecto del funcionamiento de este consejo que integran cinco personas.
El tema de la autonomía del Banco Central es recurrente. Más aún cuando se analiza el funcionamiento de este grupo y, especialmente, la relación entre sus designaciones y los cuoteos políticos que esto implica.
En ese contexto, el economista Andrés Solimano, en conversación con el director de Radio Universidad de Chile, Juan Pablo Cárdenas, aseguró que se trata de cargos que no pertenecen a ningún partido político, a pesar de las discusiones que surgen de las colectividades. Una verdadera “casta dorada” que dirige el organismo, como explicó el economista.
“El punto es si esta institución tan peculiar en Chile se justifica. Esta casta dorada a cargo de la estabilidad monetaria del país, con una súper estabilidad que no tiene un senador o siquiera el Presidente de la República, es más fácil remover un comandante en jefe del Ejército que un consejo del Banco. Es una institución que debiera ser revisada”, acotó.
A propósito de esta nueva designación de Pablo García y de las disputas que una vez más surgieron entre los partidos en cuanto a respetar los cuestionados cupos, Gonzalo Sanhueza, integrante del Grupo de Política Monetaria de la Universidad de Chile, ejemplificó este tipo de situaciones en el contexto internacional, donde las meritocracia se impone a las rencillas políticas.
“Siempre cuento como ejemplo que cuando los ingleses nombraron a su presidente del Banco Central eligieron al mejor del mundo, que era canadiense. Hoy, Estados Unidos está nombrando como vicepresidente al que hasta hace poco era el presidente del Banco Central de Israel, porque todo el mundo reconoce que Stanley Fischer es el mejor macroeconomista aplicado del mundo. Entonces, mientras los países desarrollados nos dan lecciones de cómo se elige, en Chile estamos discutiendo si es de un subsector de la Alianza, yo creo que fue una mala experiencia lo que pasó”, dijo.
Para algunos, se trata de un proceso de designaciones que busca considerar distintas visiones de los temas económicos. Para otros, el problema radica en un grupo selecto prácticamente inamovible con privilegios desmesurados. Y también los hay quienes piensan que lo esencial está en las capacidades y en la elección de los mejores.
Distintas posturas respecto a los integrantes de este consejo y su proceso de designaciones, al cual se integrará Pablo García, sumándose a Rodrigo Vergara, su presidente, además de Sebastián Claro, Enrique Marshall y Joaquín Vial.