Los dirigentes portuarios se retiraron indignados de la mesa de diálogo convocada por el gobierno con el objetivo de dar solución a las demandas del sector y terminar con las movilizaciones que se extienden desde hace tres semanas.

La reunión había iniciado a las 11 de la mañana, ocasión en la que los representantes de los portuarios manifestaron su voluntad de que el gobierno y los empresarios pudieran sentarse a conversar para poner fin al conflicto.

“Venimos con la intención de sacar esto adelante, el país no puede resistir más con lo que está pasando”, manifestó Sergio Vargas, presidente de la Unión Portuaria de Chile, agregando como temas de fondo la necesidad de sacar un reglamento portuario y también un Ministerio.

Las empresas del área, en tanto, expresaron su rechazo a la movilización y mediante una declaración pública, aseguraron que están abiertas a buscar una salida al conflicto sólo una vez que los trabajadores depongan la medida de presión.

“Nuestras empresas, nuestros trabajadores, el Gobierno y un amplio sector del país está siendo objeto de una extorsión por parte de un grupo minoritario de dirigentes sindicales que presionan ilegalmente por medio de un paro también ilegal, el cual han mantenido utilizando la violencia y generando un clima de amenazas permanente hacia nuestros trabajadores y sus familias”, expresaron.

Ante estas declaraciones, Sergio Vargas manifestó su profunda desilusión, ya que a su juicio demuestran la poca voluntad de los empresarios. “Hoy los trabajadores nos vamos a retirar pero vamos a volver mañana para que vean que tenemos la voluntad de solucionar”, dijo Vargas.

Jorge Bustos, encargado de conflictos y solidaridad de la Confederación de Trabajadores Portuarios, representante de la Federación de Valparaíso, dijo en entrevista con Felipe Pozo que esperan que el Estado se haga responsable de la deuda que tienen los empresarios, con el objetivo que le quiten las concesiones de los puertos chilenos por reiteradas malas prácticas.

Además, sostuvo que están solicitando normas y leyes permanentes para que estas cosas no vuelvan a suceder. “Lo que decimos es que tiene que haber una nueva legislación laboral, es decir que el plan laboral creado por (Jaime) Guzmán en 1981 es un traje a la medida para la explotación de los trabajadores. Para mejorarlo hay que partir por los sectores estratégicos, donde están los mineros, los agrícolas y los portuarios”.

El dirigente agregó que este paro “no es un chascarro más, es un tema marca un principio en las nuevas relaciones que vamos a tener de aquí en adelante con el Estado, con los empresarios y con cuanto gringo se venga a meter en este país. Nos vamos a meter en la política en definitiva”, sentenció.

En este contexto de tensión es que no se pudo llegar a acuerdo entre las partes, por lo que el paro portuario continuará sin vislumbrar una pronta solución.