En enero de 2010, inmediatamente luego de ser electo presidente Sebastián Piñera, su patrimonio registró un aumento de un 120%, con lo que el monto total de su billetera pasó de alrededor de 1000 millones a 2 mil 200 millones.
Luego de cuatro años y a días del traspaso de mando, Bancard Inversiones Ltda., una de las sociedades ligadas al ex mandatario, informó que el fideicomiso ciego implementado voluntariamente por Piñera tuvo un retroceso de un 5,5%.
Pese al cálculo negativo, Sebastián Piñera figura en el puesto 731 del ranking Forbes publicado hace menos de dos semanas, con un capital de 2 mil 400 millones de dólares.
La evaluación, contradictoria con la clasificación internacional, pretende actualizar el patrimonio del ex Presidente, administrado durante su trabajo en el servicio público por las corredoras de bolsa LarraínVial, Moneda, BTG Pactual y el Banco Bice.
Consultada sobre este tema, la directora ejecutiva de la Fundación Pro Acceso, María José Poblete reconoció que es muy difícil sacar conclusiones cuando el fideicomiso ciego representa un porcentaje mínimo del patrimonio total de Sebastián Piñera: “Tengo entendido que hay una serie de acciones que se vendieron, otras que se mantuvieron, otras que entraron al fideicomiso, pero todo esto es un área bastante difícil de comentar porque esta todo dentro del ámbito privado. El fideicomiso ciego es un contrato privado, porque el proyecto de ley no se ha aprobado y no hay ninguna obligación legal, entonces ese es el gran obstáculo frente a esta figura”, dijo Poblete.
La especialista en transparencia además aclaró que para tener información confiable habría que hacer una auditoría a toda la familia de Piñera.
Por su parte, el diputado socialista Osvaldo Andrade expresó su incredulidad con este resultado: “Quedó en evidencia que el fideicomiso ciego no tuvo ningún resultado, si más del 70 por ciento de las platas del presidente no estuvieron en el fideicomiso ciego. Entonces queda establecido que se trató de una maniobra mediática que no tuvo ninguna consistencia práctica en función de lo que se pretendía que era que el presidente dejara de tener cualquier control e información respecto de su patrimonio”, señaló Andrade.
Ahora, el futuro de las inversiones de Sebastián Piñera puestas en Bancard y Santa Cecilia SA quedaría en manos de un comité integrado por su hijo Sebastián Piñera Morel, el abogado Fernando Barros y su amigo José Cox.
La discusión sobre la existencia del fideicomiso como mecanismo de administración del patrimonio de autoridades comenzó en 2005 y aún no tiene salida. Hasta el proyecto ingresado al parlamento en 2010, la norma sólo aplicaría a máximas autoridades que tuvieran una cartera mayor a 20 millones de dólares, por lo que el proyecto fue criticado por ser redactado con nombre y apellido.
Para Ricardo Rincón, presidente de la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, esta es una deuda en cuanto a transparencia y probidad del Estado, y acusó al gobierno de la Alianza de no querer avanzar sobre su regulación: “El que pone la urgencia es el ejecutivo, el Gobierno de Piñera tuvo cuatro años para tramitar esta ley y jamás le dio ningún tipo de urgencia. No sólo pone las urgencias, sino que el controlaba la Cámara de Diputados los cuatro años además y todas las comisiones con las presidencias. Por lo tanto tenían ambos poderes colegisladores para poder sacar esta iniciativa y no lo hicieron. Terminó el Gobierno de Piñera y no hay ley que regule un fideicomiso ciego”, expresó Rincón.
Según el diputado Rincón esta materia debe ser abordada por el Ejecutivo y debe ser considerado en la agenda legislativa del nuevo gobierno.