Uno de los pilares dentro del movimiento estudiantil son los estudiantes secundarios. Divididos en dos entidades principales: la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, ACES, y la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios, Cones, han sido partícipes del proceso de debate en torno a una reforma educacional desde que se reimpulsó el movimiento el año 2011.

Durante estos años, ambas organizaciones han sido parte fundamental de la discusión, pero este 2014 avizora un escenario un poco más complejo.

Retrasos en la elección de los centros de alumnos, fracturas en las bases de los establecimientos emblemáticos y la salida de las vocerías de las figuras más reconocidas por la población, mantienen en la incertidumbre el rol que jugarán los secundarios durante este año, marcado por un nuevo Gobierno encabezado por Michelle Bachelet.

La ACES ya fijó un Congreso refundacional para el próximo 22 de marzo, en él se esperan sentar las bases de lo que será la Asamblea y definirá además el petitorio base de los secundarios que será discutido con las autoridades del nuevo Gobierno.

En la cita además se definirán las vocerías de la organización que, hasta el año pasado estaban a cargo de Isabel Salgado y de Pablo Toro, quien este año ingresó a la universidad.

El problema pasa en que este Congreso se realizará sin que aún estén definidos los centros de alumnos de diversos establecimientos, muchos de ellos pertenecientes al grupo conocido como “emblemáticos”, por diversos problemas internos de cada colegio.

De todas formas, la ACES trabaja con diversos representantes de los “estudiantes de base” algunos pertenecientes a los centros de alumnos del año pasado y otros que, espontáneamente, se han incorporado al trabajo de la entidad.

Nicolás Vergara, estudiante del Instituto Nacional, establecimiento que postergó por lo menos hasta abril la elección de su nuevo centro de alumnos, se refirió a los acercamientos que pretende establecer la ACES este año.

“Nosotros creemos que la articulación del movimiento estudiantil tiene que ir más allá de un gremialismo entre los diferentes sectores, creemos que los secundarios se tienen que articular con los universitarios, con los profesores y también con diferentes actores del mundo popular. Por esto, si es que nos citan desde la Confech creemos válida esta postura y consideramos válida la intención de reunirnos y probablemente participaremos en la reunión entre las diferentes organizaciones estudiantiles y populares”, explicó el alumno del Instituto Nacional.

Otro de los voceros provisorios de la ACES, Tomás Araya, establece la postura del grupo ante los anuncios hechos por el Gobierno de la Presidenta, Michelle Bachelet: “En ningún momento hay más de alguna idea desglosada que se pueda depurar bien, son solamente consignas y frases, no existe una real claridad dentro del Programa, y la claridad la vamos a ver cuando empiece la inflexión en la calle con los estudiante, porque claramente Michelle Bachelet está prometiendo cosas que no se van a poder cumplir y si es que se cumplen nosotros tenemos la claridad que sería para seguir con la conveniencia de los grandes empresarios y que en ningún momento nosotros vamos a salir con alguna ganancia”.

Al interior de la otra organización de secundarios, Cones, el asunto es aún más confuso. Hace algunos días, una de las figuras emblemáticas de la agrupación, Moisés Paredes, anunció su retiro de las vocerías para incorporarse al trabajo de la fundación Iguales, sin que se haya designado un reemplazante.

De hecho, fuentes al interior de la Coordinadora señalan que no habrá vocerías del grupo, hasta que realicen una asamblea de sus miembros, la cual aún no tiene fecha de realización, aunque se dice que la fecha preliminar podría ser el próximo 30 de marzo.

Recordemos que entre la ACES y la Cones existen algunas diferencias a la hora de establecer las demandas del movimiento. Mientras los primeros esperan una reforma estructural de la educación secundaria, que devuelva la administración de los colegios a la comunidad, los segundos incluso se han mostrado partidarios de las reformas anunciadas por el programa de la Nueva Mayoría.

Esta relación entre la ACES y la Cones ha provocado la molestia de algunos centros de alumnos quienes han preferido marginarse por el momento del trabajo de ambas agrupaciones.

Este es el caso del Liceo Barros Borgoño, donde cuyo presidente, Ricardo Paredes, en conversación con Radio Universidad de Chile, hizo un llamado a la unidad del movimiento secundario: “Nosotros pensamos como Centro de Estudiantes que es una falencia que hay que arreglar. Ahora en 2014 no podemos seguir con el tira y afloja entre la CONES y la ACES, porque hoy se puede instalar en el debate público nacional las reformas que nosotros necesitamos como estudiantes secundarios”, detalló el dirigente del Liceo Barros Borgoño.

Dentro de las propuestas de los estudiantes del Barros Borgoño está el dotar a la Región Metropolitana de una organización única de estudiantes secundarios que permita iniciar este trabajo de unidad al que apuntan.