"Gabriel García Márquez vivió para contarla"

Diversas manifestaciones de pesar por la muerte del Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, se han llevado a cabo desde su fallecimiento el pasado jueves 17 de abril. “El mundo llora a Gabo”, reconoció la hermana del escritor, Aída García Márquez

Diversas manifestaciones de pesar por la muerte del Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, se han llevado a cabo desde su fallecimiento el pasado jueves 17 de abril. “El mundo llora a Gabo”, reconoció la hermana del escritor, Aída García Márquez

Como el hijo del telegrafista de Aracataca, así se definía Gabriel García Márquez cuando le consultaban sobre su procedencia.

Nacido el 6 de marzo de 1927 y fallecido el pasado jueves 17 de abril, a la edad de 87 años, el novelista dejó una huella imborrable que hizo que el mundo entero lo llorara.

En los cinco días de duelo nacional que decretó el país cafetero, miles de personas han visitado la Casa Museo Gabriel García Márquez de la localidad que lo vio dar sus primeros pasos.

Daniel López, coordinador del recinto cultural contó a Radio Francia Internacional que se ha empapelado el frontis de la institución con frases del escritor, y que “desde el momento en que se conoció la noticia de su fallecimiento en México, familiares, amigos y seguidores, alcanzaron a llegar cerca de 800 personas, fueron a conocer el museo, a conocer Aracataca, a la casa donde tuvo la suerte de nacer, como le decía”.

López agregó que “nos sentimos tristes, pero se le ha rendido tributo en vida y mucho más se le irá a hacer después de su fallecimiento”.

García Márquez y Chile

Luego de estudiar Derecho algunos años, el creador de “Cien años de Soledad” se dedicó al periodismo, donde realizó una amplia carrera con un interés especial por el cine. Es por ello que se mostró particularmente preocupado por los artistas que tuvieron que arrancar de Chile durante la dictadura.

Según el experto en literatura y académico de la Universidad de Chile, Grínor Rojo, “este colombiano, caribeño de la costa Atlántica, tropical, tuvo una relación muy estrecha con nuestro país y fue gran amigo de Neruda”.

Posteriormente, “cuando se produce el golpe de Estado de Augusto Pinochet y toda la gente tuvo que salir, García Márquez fue una de las manos tendidas y, especialmente, en el caso de los cineastas. A partir de ahí estableció una conexión con Miguel Littin que dio origen a un libro”.

Su interés por América Latina también se manifestó en el apoyo a la Revolución Cubana en momentos cuando los artistas le daban la espalda a Fidel Castro; además, de ser un operador político entre Estados Unidos y nuestra región.

Al respecto, Gabriel García Márquez dijo en una entrevista que carecía por completo de vocación política, pero “si uno no fuera latinoamericano y América Latina no tuviera los problemas que tiene, y la necesidad de tantos que ayudan a resolverlos, probablemente yo estaría muy tranquilo en una isla desierta”.

Publicaciones

El Premio Nobel de Literatura de 1982 dejó una invaluable obra literaria, que tiene 12 escritos de prensa, 15 novelas, 15 cuentos, más algunos intentos de películas y boleros.

Sin embargo, fue el periodismo el que lo hizo retratar a sus personajes de manera cercana a los lectores. En una entrevista que realizó al poeta nacional Pablo Neruda en 1971, contó su interés por volver al rubro que calificaba como el mejor del mundo.

“A mí me gustaría volver al periodismo, pero sobre todo a ser reportero, porque tengo la impresión que ha medida que uno avanza en el trabajo literario va perdiendo el sentido de la realidad. En cambio el trabajo de reportero tiene la ventaja que lo tiene a uno todos los días en contacto con la realidad inmediata”, contó.

García Márquez creó la Fundación del nuevo cine Latinoamericano de Cuba, y la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano. Además, perteneció al Boom latinoamericano de los años 60, desafiando la tradición literaria con obras de agudo enfoque político.

Sobre sus trabajo señaló que durante los primeros ocho años de su vida “ocurrieron o viví todas las experiencias que luego he elaborado poéticamente a través de toda mi vida. Pocas experiencias posteriores me han sido tan útiles como las de mi infancia, en realidad yo podría decir que toda mi obra tiene su cantera en los primeros años de mi infancia”.

El autor dejó un libro inédito titulado “Nos vemos en agosto” que había planeado darlo a conocer de manera póstuma, según señaló el diario español La Vanguardia.

De esta manera hizo honor a una de sus frases: “La vida no es lo que uno vivió, sino lo que recuerda y cómo la recuerda para contarla”.





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