Desde distintas regiones se ha apuntado la falta de directores de servicio, lo que ha provocado críticas desde la oposición hacia el Gobierno acusando una lenta instalación por parte de la Nueva Mayoría en el Ejecutivo.
El último cuestionamiento viene desde el Biobío, ya que apenas cinco instituciones cuentan con sus directores nombrados en la región: el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), el Servicio Nacional de Menores (Sename), la Fundación de Promoción y Desarrollo de la Mujer (Prodemu), el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) y el Servicio de Salud.
En la región son además otras 50 reparticiones con directores subrogantes y otros seis que vienen del Gobierno de Sebastián Piñera.
De igual manera, en Coquimbo la intendenta, Hanne Utreras, no contaría con su equipo completo para ejecutar las políticas de gobierno.
Desde la Nueva Mayoría acusan que esta demora ha es responsabilidad justamente de quienes ocupaban anteriormente los cargos.
Así afirmó el secretario general del PPD Gonzalo Navarrete, quien declara que “esta lenta instalación es porque buena parte de las personas cambiadas han iniciado acciones para no dejar los cargos. Muchos de los que ingresaron en los últimos meses, distribuidos en distintos lugares, tampoco han dejado sus lugares”.
El cientista político Gustavo Rayo reconoció el conflicto radicado en el espíritu de la norma de Alta Dirección Pública, lamentando que la elite política aún no asimile su intención.
“Lo más probable es que no exista convencimiento en redes políticas respecto del fin del sistema de Dirección Pública, no existe percepción que el directivo público pueda trascender del gobierno de turno, sino que pueda adherirse a la misión del Estado”, señala.
El experto agregó que cuando hay problemas de dirección en los servicios públicos, las consecuencias son la pérdida de eficiencia y tiempo en la ejecución de programas. Pero agregó que esto no estaría sucediendo en conjunto, sino más bien específicamente en algunas zonas.